Resultado perfecto (RVB4)

Capítulo cuarenta y ocho

THEO

Golpeé la puerta de vidrio con mis nudillos para llamar la atención de mi amigo y sonreí cuando sus ojos se posaron sobre mí. No tardé en ingresar a su oficina al recibir una invitación silenciosa y me acomodé en el asiento frente al suyo mientras esperaba que terminara su conversación telefónica.

Había comprado el almuerzo para James y para mí con la finalidad de aprovechar que ese día ninguno tenía reuniones a las que asistir y podríamos tener, finalmente, esa conversación que le debía. O me debía a mí.

Saqué las cajas de hamburguesas de la bolsa de papel para luego depositarlas sobre el escritorio en perfecto orden, repetí el procedimiento con las bebidas y las patatas fritas que soltaban un aroma increíble. Mientras lo escuchaba hablar sobre presupuestos y márgenes de ganancia, abrí dos sobres pequeños de aderezos y los vacíe en la cara interna de los panes. Me moría de hambre.

No pasó mucho tiempo hasta que cortara la llamada con una excusa un poco tonta pero efectiva.

ꟷ¿Cuántos años me faltan para retirarme? ꟷsoltó James al aire mientras masajeaba sus sienes.

ꟷ¿Unos cuarenta?

Tomó una de sus papas y se la llevó a la boca para morderla con frustración. Entendía lo tediosas que podían ser las llamadas telefónicas y el enojo que se apoderaba de uno cuando la persona al otro lado de la línea no entendía cosas simples. El trabajo de oficina no era sencillo, mucho menos dirigir uno de los departamentos de una empresa multinacional.

ꟷSiento que ya he empezado a perder el pelo.

ꟷUn poco ꟷadmití.

Me observó con sorpresa y señalé en mi propia cabeza la zona en la que a él le faltaba cabello. Tenía unas entradas cada vez más pronunciadas en la frente que cuando lo conocí no estaban allí. El estrés le estaba afectando.

ꟷ¡Genial! ¡Tendré que usar una peluca!

ꟷO ser calvo.

ꟷNo ayudas. ꟷAcompañó su queja con otro homicidio a la papa frita.