Capítulo setenta y uno

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THEO

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THEO

Mi abuela me había dicho una vez que luego de los primeros años de adolescencia, la vida se pasaba en un abrir y cerrar de ojos. En ese momento, con doce años, no le creí porque mi abue era bastante exagerada, pero cuando llegué a la época que ella me había advertido, me di cuenta que por primera vez no había exagerado. La vida sí parecía desvanecerse en un abrir y cerrar de ojos, el tiempo se escurría como el agua entre los dedos y los momentos debían vivirse con más emoción para sentir que no desperdiciábamos nuestra juventud.

Como cada vez que estaba con mis mejores amigos, los días parecían volar y nuestras pequeñas vacaciones en abril pronto llegaron a su fin. Una cena y debíamos partir, volver al mundo real y rezarle a alguna deidad para que la separación fuera corta.

Kenzie y yo estábamos en nuestra mesa en el lujoso hotel caribeño esperando que mis amigos llegaran para poder comer. Habíamos pasado la tarde navegando en el mar y haciendo carreras en moto de agua que ocasionaron más de una caída, pero, sobre todo, nos habíamos divertido. Estaba cansado y esperaba poder dormir bastante en el vuelo de regreso porque retomar los estudios y el trabajo sin horas de sueño iba a ser muy difícil.

ꟷ¿Crees en la vida después de la muerte? ꟷsoltó Mackenzie de la nada.

ꟷ¿Por qué lo preguntas?

ꟷMientras te duchabas vi el final de un documental y hablaba sobre las teorías que existen sobre la muerte. ꟷSe llevó un trozo de pan con mayonesa de zanahoria a la boca y masticó antes de seguirꟷ. No sé qué creer y como eres la persona más espiritual que conozco, me pareció una buena idea preguntarte.

ꟷ¿Yo soy la persona más espiritual que conoces? ꟷReí.

ꟷLo sé, mi círculo es muy pequeño.

Diminuto era una mejor respuesta. Mi espiritualidad era escasa y no porque no creyera en nada, sino porque nunca había indagado más allá. ¿Creía en el Dios del que mis padres me habían hablado? Por supuesto. ¿Creía en los alienígenas y las sirenas? De nuevo, sí. ¿Creía en los ángeles y el destino? Sí y sí. ¿Eso me convertía en alguien sabio? No, era el prototipo de muchacho que había crecido con acceso a internet y buscando videos de duendes en YouTube.

Resultado perfecto (RVB4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora