THE LOOK IN HER EYES [EDITANDO]

Hidden

La alarma estaba sonando, sin duda uno de los sonidos menos tolerables para Jade, quien estaba bastante irritable gracias a la falta de sueño. Estiró su brazo hasta llegar a la mesa de noche para buscar el dispositivo, puesto que se suponía que allí lo había dejado la noche anterior.

—Agh, maldita sea —se quitó las cobijas de encima y frotó sus ojos con sus manos antes de ponerse de pie para caminar hasta la mesa en donde solía hacer sus deberes o escribir en su laptop, no le gustaba usar su cama para ese fin. Cuando por fin el ruido cesó, fue hasta la cama nuevamente, esta vez con el afán de ordenarla, y es que dentro de las cosas que más le molestaban estaba precisamente el desorden en el espacio que más sentía suyo: su habitación.

Al terminar su tarea sonrío satisfecha y se dirigió al baño, tomó una ducha un poco larga intentando aliviar su malestar. Cuando estuvo lista bajó a la cocina para encender la cafetera, en definitiva, necesitaba de su preciada cafeína si esperaba poder sobrevivir a un día de clases que incluiría ensayos para la obra.

Acompañó el café con un par de tostadas y mermelada de cereza, su favorita, y mientras desayunaba se tomó el tiempo de estudiar nuevamente el libreto para su personaje; definitivamente la representaba, "Janet", nombre que no le gustaba demasiado, era alguien distante pero altruista, cerrada en muchísimos aspectos, ambiciosa, y en definitiva había algo que no todos lograban ver en el personaje que la identificaba completamente con ella: Solo la persona correcta haría que mostrase todo aquello que escondía, todo a lo que se negaba demostrar por el simple hecho de que no quería ser lastimada. Frunció el ceño negando, seguramente su mente la traicionaba por causa de la mala noche, y es que era imposible que al pensar en todas esas cosas solo llegase un nombre a su cabeza: Victoria Vega.

Terminó de comer, y para no pensar tomó su celular y lo conectó a los audífonos, cargó su maleta al hombro al igual que siempre y partió con el tiempo suficiente como para poder caminar hasta Hollywood Arts. Fue recibida por Beck, quien estaba sentado en el suelo y parecía concentrado en leer su libreto.

—Hey —saludó con un movimiento de muñeca.

—Oliver —devolvió el gesto yendo a su casillero, sacó los libros y cuadernos correspondientes a la clase de Guion del señor Gradstein y fue con su mejor amigo.

—¿Qué haces tan temprano en la escuela? —Beck no la miraba, pero no le tomó mucha importancia.

—Ah, me desperté temprano por culpa de la alarma y ya no quise dormir más, aunque la verdad no tuve la mejor noche.

—Qué extraño, normalmente tienes un sueño muy pesado. Lo recuerdo bien de aquella vez que llegamos de la playa cuando ocurrió lo del camper.

Asintió, realmente sí tenía un sueño profundo, pero la noche estuvo llena de pesadillas que se lo impidieron.

—Bueno, desde que pueda tener cafeína, todo estará bien. Vuelvo en un momento —se puso de pie y caminó hasta el café asfalto para llegar al carrito de Festus; una vez allí pidió lo de siempre: Una taza de café oscuro con dos de azúcar.

—Gracias —giró sobre sus pasos para volver a la entrada principal encontrándose con la hermana mayor de las Vega, quien parecía estar discutiendo con el maestro de historia sobre una calificación errónea. Rodó sus ojos, definitivamente Trina era alguien con quién necesitabas tener paciencia y admitía que Tori la superaba en ese don.

Hablando de la reina de Roma, la castaña entraba por la puerta de HA unos segundos después de su arribo. Se permitió detallarla: llevaba puestos unos botines negros, jeans de mezclilla de tallaje alto a juego, una blusa que dejaba al descubierto una mínima parte de su abdomen de color blanco que contrastaba perfectamente con su tren inferior y finalmente una boina roja que llamaba la atención si le mirabas con detenimiento. Sacudió su cabeza ¿Por qué estaba viéndola tan a detalle, qué le importaba? Debía admitir, aunque no lo diría en voz alta, que se veía bien, y que Vega tenía un encanto natural que se hacía imposible de ignorar.