A New Home

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—Dios, esto está patas arriba.

—No me habría dado cuenta de no ser por tu sagaz comentario, Vega.

—Mala idea.— Camila bebió de su café con mirada distraída observando a Jade acercarse peligrosamente hasta encarar a su novia.

—Pésima idea.— Cat observaba a Lauren con un tenedor entre manos, dispuesta a pelear de ser necesario.

—En primer lugar, yo soy la única que puede decirle así, y en segundo lugar deberías aprender a cuidar tu boca cuando le hablas.

—Alerta de tercera guerra mundial.— André terminaba su cereal con aspecto relajado, le gustaba darles mayor fuerza a las situaciones dramáticas puesto que muy pocas veces se veía envuelto en ellas.

Todos habían tomado una ducha y estaban regados entre la sala de estar y la cocina mientras desayunaban; tendrían que desocupar la casa en dos horas y media, tiempo que obligaba a encontrar todas las piezas necesarias para descubrir qué diablos había ocurrido la noche anterior; el dios cronos estaba jugando cartas totalmente en contra del grupo.

—Ya chicas, no estoy para esto y creo que ninguna de ustedes... Agh, Tori, por favor evítanos una guerra campal, ¿sí?

La mirada venenosa de Jade cayó en el canadiense con rabia, así que lo mejor que pudo hacer fue levantar ambos brazos alejarse varios pasos mientras la castaña se encargaba de domar a la bestia iracunda que comenzaba a despertar en la ojiazul.

La aludida dejó sus manos en los hombros de Jade, y con la cabeza ladeada pidió a Camila que se encargara de Lauren.

-Ven aquí, no pelees con Lau-

—Agh, bien, no peleo con Lauren.— la miró de soslayo con el entrecejo fruncido, dándose cuenta de que ella recaía el mismo sentimiento.

—Lauren Michelle Jauregui Morgado, no pelees con Jade.— esta vez Camila encaró a la chica de ojos claros, en los que se perdía cada tanto gracias a la deslumbrante mezcla entre el gris y el verde que éstos desprendían, ella estaba sonrojada por la mención de su nombre completo —Bésame.— pidió sin inmutarse ante la presencia de los demás, que para ser justos estaban en el mismo juego.

—Qué solos estamos.— acotó André acercándose a Sikowitz y Beck, que terminaban de acomodar el proyector en medio del salón para poder ver los videos de la noche de año nuevo.

—Alguien por favor tráigame una cerveza.— la voz de Tori resonó mientras caminaba hasta la sala de estar uniéndose a sus amigos y maestro.

—Pero tienes...— protestó Camila con un mohín.

—Agh, no discutamos, solo quiero una cerveza.

—Como quieras.— se puso de cuclillas abriendo el refrigerador hasta dar con un par de latas de Heineken.

—No, dame eso.— Jade le quitó una de las bebidas y la abrió, el calor del mediodía era abrazador y nada mejor que una cerveza para pasarlo, vació el contenido de un solo trago.

Lauren silbó encantada, al fin alguien le hacía justicia al fondo blanco del que tanto había escuchado.

—Oye, ¿y mi cerveza qué?— Tori se giró hacia Camila, detallando sus facciones detenidamente sin percatarse de la mirada seria de Jade, a quien la latina señalaba con el dedo de su mano aún disponible.

—Yo estoy aquí.— la chica de piel pálida tomó a su novia por la barbilla y la obligó a hacer contacto visual; sin mediar palabra dejó besos repetidamente en sus labios y finalmente terminó por morder su labio inferior, su lengua hizo intromisión sin permiso declarando una guerra que duró varios segundos.

THE LOOK IN HER EYES [EDITANDO]Where stories live. Discover now