THE LOOK IN HER EYES [EDITANDO]

To Stage

Jade estaba tumbada en su cama, descansando como merecía después de levantarse tan terriblemente temprano y presencial semejante acto de violencia que -si bien se esperaba porque era cualquier cosa menos ingenua- le había quitado demasiada energía.

Victoria descansaba abrazada a su cuerpo, habían dormido toda la tarde después del ensayo general posterior a las clases, y aunque prácticamente habían sido echadas por el obseso de los cocos en honor al pacto de darles sus clases para ensayar, terminó por agradecer el gesto cuando sintió el cansancio sobreponerse mientras conducía de vuelta a casa.

Sonrió al sentir la respiración de la castaña en el espacio entre su cuello y clavícula, podría acostumbrarse a la sensación de cosquillas recorriendo su cuerpo cada vez que ella tomara la decisión de esconderse allí. Observó la hora en el reloj de manecillas colgado en la pared de enfrente, y se dijo a sí misma que era hora de encaminarse a la escuela para tener más tiempo de hacer todo lo concerniente al maquillaje y el vestuario. West sabía por experiencia que el ser actor llevaba tiempo, pero ser maquilador y encargado de vestuario llevaba el doble.

—Vamos, llegaremos tarde a la obra si sigues escondida en mi cuello —meció el cuerpo de Victoria con suavidad.

—Pero me gusta esconderme mientras me abrazas por la cintura, es muy cómodo —no se había dado cuenta de la posición en la que se encontraban, y por acto reflejo soltó el agarre que ejercía en Victoria. Ella bufó

—No —la tomó de la mano obligándola a abrazarla de nuevo; y para asegurarse de que no huiría esta vez, envolvió con una de sus piernas la cintura de la azabache para así volverle a sonreír, ella se sonrojó, pero estaba dichosa con la cercanía.

 Ya se había hecho a la idea de que pasarían mucho tiempo juntas y de que -contra cualquier pronóstico- la quería mucho, aunque no se lo demostrase. 

Todo el tiempo que ya llevaban juntas "odiándose" y discutiendo, sumándole los secretos que ahora compartían, las había hecho parte de la otra, y eso se sobreponía a su carácter inflexible y extremadamente frío. Momentos como estos se le hacían millones de veces más importantes, Vega era millones de veces más importante que su orgullo... Disfrutarla era millones de veces más importante que la fachada de insensibilidad que se esforzaba en mantener.

Sonrió.

—Jade —la voz de la castaña la sacó de sus pensamientos.

—¿Qué? —cerró los ojos y tragó suavemente, esperando cualquier cosa que Tori quisiera contarle.

—Te quiero —Victoria soltó con sinceridad, estaba adormilada pero consciente de su accionar, no podía negarlo por más tiempo.

—También yo a ti —no le costaba expresar su cariño, de muchas formas la castaña era quien más lo merecía.

Victoria suspiró, pensando en que tal vez no habría otro momento para ellas. Además, recordaba el hecho de que ya habían sido interrumpidas múltiples veces, y habló nuevamente, sin esperar en realidad que Jade cumpliera con sus ruegos.

—Bésame, Jadelyn August West.

Jade se acercó a su rostro y juntó sus labios sin más. Por un segundo Victoria se congeló, y una caricia en su mejilla la devolvió a tierra; sus labios se movían en perfecta sincronía, pero era Jade quien tenía el control de la situación. Mordió el labio inferior de la castaña con suavidad, recibiendo un gemido bastante sutil de su parte; la posición en la que estaban hacía del momento algo inmensamente íntimo.

Se separaron por falta de aire, pero no pasaron más que unos segundos antes de que Tori atrayese el cuerpo de la azabache para devolverle el beso que le debía. El agarre en sus caderas se intensificó, provocándole jadeos y movimientos involuntarios, se separaron de nuevo, sonrientes.