El regreso de una pesadilla

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Después de un particular día en Chiquinquira, con la familia Pinzón Galarza, donde Armando, después de muchos años, volvió a asistir a una misa navideña, y volvió a sentir ese calorcito festivo que te brinda pasar una navidad en familia, todos regresaban a la casa de las tías Pinzón a recoger sus cosas para poder regresar a Bogotá, antes del anochecer. Las primas de Betty habían insistido en ir con ella y con Armando, en el carro de él hasta Chiquinquira, a lo que ambos aceptaron a regañadientes, y ahora, para su fastidio y desesperación, también habían insistido en regresar a casa de las tías con ellos. Solo rogaban que no pretendieran regresar hay Bogotá con ellos, eso sí no estaban dispuestos a admitirlo.
Estaban esperándolas, ellas habían ido al baño, mientras los demás ya se habían adelantado a la casa hace unos minutos. Armando se había apoyado en el capot de su carro y tenía a Betty de espaldas, apoyada sobre el, abrazada por la cintura.

A- (en tono molesto) cuanto pueden tardar dos mujeres en ir al baño ha?

B- no sé mi amor, pero cuál es la prisa? (con voz de niña castigada) o es que no te gusta estar solito conmigo?

A- (le besa el cuello y aprieta el abrazo) todo lo contrario mi amor, y ese es el problema, que no estamos solitos, que si lo estuviéramos.. (le mordisquea el cuello)

B- (en tono seductor) mmm doctor, no haga esas cosas aquí! Y más bien, dígame qué haría si estuviésemos solitos?

A- (sonríe con picardía) que no le haría doctora! Por empezar, me pagaría lo que me hizo anoche y esta mañana, (beso en el cuello) y con intereses cariño!

B- (girándose para verlo seductora, se hace la desentendida) que yo le hice algo doctor? No lo recuerdo, que fue lo que le hice (le muerde sutilmente el labio inferior)

A- precisamente esto! Me provocas sabiendo que no puedo desquitarme, pero ya verás, ya verás cuando regresemos (le aprieta las nalgas y la acerca más a él) me las vas a pagar todas juntas!

Sin darle chance a responder, Armando se apoderó de su boca de forma apasionada y posesiva, haciéndole saber lo mucho que la deseaba, Betty le correspondía con la misma intensidad, abrazándose a su nuca como si en ello se le fuera la vida, sus lenguas recorrían inquietas la boca del otro, mientras los brazos recorrían la espalda del otro con devoción.
Un carraspeo los hizo separarse, Daniela y Victoria habían regresado y los veían de forma acusadora, con el brillo de la envidia instalado en sus ojos.
Armando sin pudor alguno, le depósito un dulce beso en los labios a su novia, la tomo de la mano, y la condujo hasta la puerta del carro. Abrió y les hizo un ademán a las muchachas para que subieran, una vez estaban ellas acomodadas, con suma dulzura, ayudó a Betty a subir al carro y se acomodo el mismo en el lugar del piloto.
Eran más de las tres de la tarde y apenas habían tomado camino a casa de las tias, cuando el celular de Armando comenzó a sonar, vio la pantalla y sonrió ampliamente.

A- aló?!

C- (efusivamente) FELIZ NAVIDAD MI REY!

A- Feliz navidad mi reina! Como estás? Y los niños?

Betty sonrió, al escuchar las palabras de su novio y ver su cara de felicidad, sabía que quien le llamaba, no era otra que su cuñada. En cambio las primas observaban y escuchaban con expresión de asombro, mirando a Betty con cara de "no eres la única prima, este tiene familia y no le importa hablar delante tuyo con ellos".

C- aquí te escuchamos todos hermanito! Está puesto el manos libres, saluden familia (gritando todos) feliz navidad!.

Niños- tio Armando, te queremos mucho!

A- que alegría oírlos a todos juntos! Feliz navidad a todos, yo también los quiero y mamá, papá los extraño, y me alegro mucho que estén allá con Camila. Cómo están?

YSBLF, una reconciliación diferenteWhere stories live. Discover now