Kim HyunJin es sin duda un Alfa exitoso, con una gran reputación y respaldo familiar en cuanto a sus negocios y vida laboral, con una gran familia formada por una peculiar manada formada por más de tres generaciones.
Sin embargo el joven Alfa guard...
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HyunJin volvió un par de horas después, con el pelo revuelto por el estrés y cansado de todo. Ni si quiera sé sentía capaz de formular una palabra a sus padres, sus hermanos le ayudaron a bajar las pocas cuatro cajas con los objetos personales de JeongIn hasta subirlos a la puerta de su cuarto.
Estar en casa de su pequeño había sido un asco total. Primeramente el Alfa no había abierto la puerta hasta después de esta recibir más de 10 golpes. Cuando lo hizo, el hombre estaba más que ebrio, sucio y desquiciado. Tal vez tuvieron suerte de que su estado fuera tan lamentable, porque cuando quiso imponerse y negarse a que entraran a su casa solo basto un ligero empujón de HyunJin y el hombre se quedó sentado en el suelo sin hacer nada.
Para Kim HyunJin ya no era el hecho de ver a ese asqueroso y repugnante hombre lo que más le había molestado, porque lamentablemente comprendía y sabía que habían personas malas en este mundo. Pero lo que sí le irritó e hizo tener dolor de cabeza fue ver el cuarto de su adorado Omega.
Un triste cuarto de paredes blancas, una pequeña mesa con libros y libretas de sus estudios, una cama pequeña con el colchón desgastado y de tamaño para un niño pequeño y no un adolescente en proyecto a adulto como lo era JeongIn; su Omega no cabía tumbado en esa cama. Bajo la cama habían cajones, uno de ellos con una vieja cámara de fotos que supuso era la que gastaba para sus estudios, en los tres restantes ropa. Ropa antigua, fea, rasgada, desgastada de color y que obviamente no era de su talla.
HyunJin comenzó a recordar que casi siempre que había quedado con su Omega portaba la misma camiseta, posiblemente la más nueva y decente, al igual que pocas veces se quitaba su chaqueta de chándal negra. Rebuscó en la pequeña mesita de noche donde habían pastillas, supresores e innovadores para Omegas, y aquello que guardó sin dudar en una de las cajas.
Al dejar esas mismas cajas a los pies de su cama, ya en su casa, el enfado y rabia se disipó conforme miró a su Omega dormitar feliz entre sus sábanas. Se acercó y sentó junto a sus caderas para acariciar su cabello fuera de su frente.
-Innie. -Le llamó suavemente, el menor comenzó a despertar. -Ya estoy aquí príncipe. -El menor se sentó con dificultad por la tirantez en su espalda y lo abrazó con fuerza. -Te tengo una sorpresa. -JeongIn lo miró ponerse en pie y volver a su lado con una caja en sus manos. -He ido con los hermanos a tu casa, tranquilo que no ha pasado nada. -Acotó cuando vio la preocupación en los ojos del menor. -Tu padre iba muy borracho. -JeongIn asintió haciéndole ver que era algo común. -Te he traído tu ropa, pero podemos comprarte nueva cuando te encuentres mejor. Puedes ir con los chicos y Lia de compras. -Le sonrió sincero. -Y mira.
En cuanto JeongIn vio esa vieja cámara de fotos que pertenecía a su madre y la foto que descansaba en su mesita de noche donde él tenía 10 años y estaba entre los brazos de su madre sonriendo comenzó a llorar abrazando ambos objetos.
-Mami. -Dijo con la voz rota y casi inaudible, HyunJin sonrió de lado y tomó la foto para admirar la bella Omega. JeongIn tenía un gran parecido con ella.
-¿Te gusta ahí? -Preguntó cuando la colocó sobre su mesita de noche, junto a una foto con sus hermanos y otra que tenía con Jisung. JeongIn asintió feliz, su madre en cierta forma también parecía estar ahora en una casa donde la apreciaban.
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Nota: Maratón caca sorry. En el próximo capítulo habrá un mini salto de tiempo e incluiré al Minsung. Besitos y gracias por la paciencia y comprender que es una época difícil para mí.
