Capítulo 52~Te adoro

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HyunJin miró su casa, las luces del salón estaban encendidas y eso significaba que sus padres estarían viendo alguna película o serie antes de ir a dormir. Aquello le echó para atrás, entrar con JeongIn en sus brazos, llorando y tras haber desaparecido durante toda la tarde y parte de la noche no era buena idea.

-Vamos a otro lugar cachorro. -Murmuró yendo al coche, abriendo la puerta de copiloto y dejándolo en el asiento.

JeongIn no dijo nada en todo el viaje, sino que solo se le escuchaba sorber por su nariz y suspirar tembloroso, sus manitas siempre buscando el calor del cuerpo de su Hyung. Al llegar a un parking subterráneo HyunJin trató de volver a cargarlo, pero el menor se alejó de él avergonzado. Porque había estado callado, pero su mente no, su mente le recriminó una y otra vez el haber dudado en cierto modo que el amor de su Hyung por él fuera real.

-Pasa. -Pidió el rubio cediéndole el lugar. Habían entrado a un edificio, una planta en específico de puertas cerradas y, tras pasar de largo por un escéptico con ordenador y carpetas, estaban entrando a un despacho. Ese despacho oscuro, con fotos de Jisung o sus cuñados en el escritorio y que olía demasiado a lima y menta.

-Estamos en tu trabajo. -HyunJin tarareó en afirmativa y se dejó caer agotado en el pequeño sofá de dos plazas junto a una mesa de café. JeongIn lo miró jugando con sus manitas nervioso, cuando el Alfa alzó su mirada hacia él y Omega volvió a llorar e hizo lo único que sabía hacer; suplicar. -Perdón Hyung. -JeongIn se había dejado caer de rodillas ante él, pegando su frente al suelo en total muestra de sumisión y respeto.

-Innie. -Susurró el rubio, inclinándose en el sillón para hacerlo elevar su espalda y quedar solo de rodillas ante él.

-Lo siento por dudar de nosotros. -El rostro de JeongIn estaba rojo, sus ojos hinchados y sus labios maltratados por ser mordidos para retener sus sollozos, en sí el Omega estaba roto.

-Amor, no te entiendo. -Murmuró limpiando con delicadeza sus mejillas. -Relájate, no estoy enfadado, solo preocupado por verte así. -Pidió y explicó, inclinándose para besar cada parte de su rostro con suma delicadeza ay devoción. -¿Por qué no me cuentas todo desde el principio?

-Es que Hyung, yo... -El mismo Omega se detuvo sin saber por dónde empezar, temblando y temiendo asustar o defraudar a su Alfa. Ese Alfa que tanto lo había cuidado, amado y protegido.

-Solo dilo, confía en mí. -HyunJin volvió a su posición recostado en el sofá y goleó sus propios muslos en una invitación silenciosa. JeongIn trepó hasta sentarse a horcajadas sobre él y siguió jugando con sus manitas entre sus regazos.

-Yo nací para ti, fui creado para ti. -Soltó con los ojos cerrados, confirmando las dudas y sospechas del Alfa el cual suspiró y retiró el cabello de su rostro con sus manos antes de hablar.

-Innie, fuiste creado para vivir. -Expuso sonando tan seguro que JeongIn le creyó al instante. -Al igual que yo, estamos aquí por una razón, todo el mundo lo hace. -Continuó limpiando de nuevo si rostro. -He sido muy afortunado de encontrarte, porque me haces feliz, me completas, me llenas y haces sentir por primera vez real. -Con una sonrisa tierna peinó ahora el cabello azabache para ver la frente de su pequeño novio. -¿No entiendes lo que quiero decir? -JeongIn asintió y negó seguido aún algo perdido en su neblina de confusión. -Tú fuiste creado para mí bebé, pero yo, yo fui creado para esperarte.

Sus ojos conectados apaciguaron todo dolor, el amor brillaba y era cálido trasmitido por su enlace y sus lobos estaban felices hinchando sus pechos con orgullo. JeongIn rio cantarín sabiendo que había hecho un drama de algo que se resumía tan bien como la última frase dicha por su Alfa; JeongIn nació para él, pero HyunJin nació para esperarlo.

Eterna Manada ~ HyunIn ~ HyunJin y JeongInWhere stories live. Discover now