Capítulo 19

3.1K 337 108
                                    

Esta historia está a la venta en Amazon en todos los países, así que si queréis apoyarme, no esperar a las actualizaciones u obtener los capítulos extras solo disponibles en la versión de pago, podéis comprar este libro en físico o en ebook, que es mucho más barato (menos de 5 dólares) ^^

La hora ha llegado. Ángel abre la puerta y la luz me avisa de que es mi momento para escapar o morir en el intento. Cuando él me lleve a la superficie de nuevo tendré un margen de minutos, quizá solo de segundos, para actuar y huir. Y si fallo mi mayor temor no es seguir aquí encerrado, es lo que Ángel me hará como castigo. Mi hombro no me molesta tanto si no uso el brazo, pero el tobillo... llevo desde entonces tirado en el suelo, incapaz de ponerme de pie y con la pierna perpetuamente morada. Hace ya tiempo desde que me lo rompió o al menos yo siento ese momento lejano, pero el dolor... el dolor está aquí, ahora, y es una advertencia de que pasa si le desobedezco. Igual que la oscuridad: todo son recordatorios de que si no le mantengo feliz, me voy a pudrir en este infierno. Casi hacen que no quiera intentar escapar por miedo a las represalias.

Ángel trae un cubo en una mano, una bandeja en la otra. Enciende las luces, cierra la trampilla y deja la bandeja con comida en uno de los escalones. Yo miro con atención el cubo, preguntándome qué mierda planea. Mi corazón se acelera cuando él se acerca a mí, pero se detiene. Se agacha tras el pilar de cemento donde mi cadena está fuertemente atada y lo oigo trastear por ahí sin saber bien que hace.

Me quedo callado mientras espero, no quiero arruinar esto, no tan pronto. Al menos quiero sentir la libertad de tener el grillete fuera de mi tobillo, quizá me alivia un poco el dolor.

Al rato Ángel se levanta y dice:

—He arreglado esto, ahora tu cadena debería ser más larga por al menos dos metros.

—¿Qué?

Él me mira como si fuese estúpido y se sostiene el puente de la nariz. Luego señala la puerta que tengo a la izquierda, a la que nunca he llegado. Me levanto, sosteniéndome en la pared y con el pie izquierdo sin rozar el suelo, y cojeo hacia ella con el corazón en un puño. Me aterroriza pensar en qué puede haber tras esa puerta, qué cosa aterradora lleva ahí desde siempre, inaccesible, amenazante. Agarro el pomo con mi mano izquierda sudorosa y cuando abro la puerta siento que el corazón se me para.

—¿Y esa cara de susto? Fuiste tú quien dijiste que necesitabas ir al baño.

Asiento sin voz, mirando el retrete y el rollo de papel de váter que hay encima.

—P-pensé... pensé que iríamos arriba... —digo al borde del llanto.

No va a quitarme los grilletes, no voy a subir, no tengo oportunidad de escapar. Ese maldito lunático, ese hijo de puta... Ha preparado este horrible sótano para que viva aquí de por vida. Ha instalado un jodido cuarto de baño ¿Por qué no me lo había dicho? Lo tenía a dos metros y medio y aun así me ha hecho mear en una esquina por días, como un putísimo perro ¡Le odio!

—Vamos, joder —espeta empujándome a dentro del baño. Como estoy con una pierna sola, me caigo fácilmente y tengo que agarrarme a la taza para no golpearme contra el suelo. —, no tengo todo el día y menos para tus cerdadas.

Asiento, atónito. Voy a morir aquí. Estos van a ser mis días a partir de ahora y lo sé, pero es que esta humillación, este absoluto infierno, es lo mejor de ellos. Porque cuando este sádico se larga...

Ángel se sienta en las escaleras, esperando mientras yo estoy en el baño, sin siquiera el derecho de cerrar la puerta, ya que la cadena me lo impide. Tardo un rato, quizá quince minutos y él suspira lleno de hastío cuando me ve salir.

El niñero (Yaoi) [EN AMAZON] #PGP2022Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang