Capítulo 59

1.5K 139 62
                                    

Esta historia está a la venta en Amazon en todos los países, así que si queréis apoyarme o no esperar a las actualizaciones podéis comprar este libro en físico o en ebook, que es mucho más barato (menos de 5 dólares). Además, si compráis el libro en él tendréis varios capítulos especiales (están al final del libro) que no estarán disponibles en wattpad y que son muy interesantes ;)

------------------

—Me duele un poco el tobillo aún, perdón —digo, intentando quitarle importancia.

Miro el tobillo con escepticismo, como si no fuese mío. La piel está pálida, descansando como debería sobre el hueso un poco saliente. No hay hinchazón, ni profundas heridas ni oscuros moratones y, aun así, siento la sangre corriendo a esa zona hasta que arde, siento la piel inflamada, palpitando, siento el dolor del hueso maltratado.

Cierro los ojos y respiro hondo sintiendo como Ángel lleva su mano a la articulación. Pasa los dedos por encima suavemente y la rodea, palpando para comprobar que nada se siente fuera de lugar.

—Puedo ayudarte a andar —ofrece amablemente, mirando con un poco de confusión mi sano tobillo.

Yo asiento y me agarro con fuerza a uno de sus brazos, sintiéndome firme y seguro. El dolor, como si se tratase de una ilusión desaparece casi por completo, pero no digo nada. Dejo que Ángel me levanta y me rodee con un brazo la cintura, sosteniéndome fuerte para que no caiga. Se inclina un poco, olisqueando mi cabello limpio y luego dándome un tierno beso en el cuello.

—Vamos, antes de que se haga tarde —susurra, la mano en mi cintura apretándome un poco cuando lo hace.

Yo asiento y por fin logro caminar hasta la puerta del garaje sin molestia ninguna. Ni dolor, ni recuerdos, ni palpitaciones. Es como si ese espacio se hubiese vuelto estéril y esa fuese la primera vez que lo veo. Ángel anda despacio, sosteniéndome bien, y me ayuda a rodear el coche hasta el asiento de copiloto. Me sonrojo cuando abre la puerta para mí, pero luego la idea de separarme de su agarre reconfortante me hace sentir un poco enfermo otra vez. Quiero decir que no bien alto y acurrucarme en su pecho fuerte. Quiero quedarme entre sus brazos porque, por alguna razón, me siento nervioso y asustado y él es mi lugar seguro.

—Ty... —insiste él, la impaciencia brillando en su tono.

Su voz me reactiva con rapidez y me meto en el coche, acomodándome en un asiento demasiado grande para mí. Cuando alguien cierra la puerta del coche con fuerza mi corazón golpea contra mi pecho y una oleada de calor y náuseas me sacude. Noto el dolor en mi tobillo, el miedo, la desesperación, la incertidumbre... hasta que Ángel se sienta a mi lado y yo miro al suelo mi tobillo sique ahí. Pálido. Delgado. Y no encajado entre la puerta y el coche.

Me encojo un poco en mi asiento y limpio los sudores fríos de mi frente. Ángel se inclina hacia mí y cierro los ojos. El alivio me inunda el cuerpo. Separo mis labios, esperando el bonito beso, notando el cosquilleo en la lengua, el rubor en las mejillas. Y entonces noto una pequeña presión en mi pecho y regazo y la respiración cercana de Ángel desaparece junto a su olor a champú y a salado.

Abro los ojos cuando el motor ruge y miro a Ángel haciendo un pequeño puchero porque realmente quiero ese beso, pero él está demasiado distraído arrancando el coche como para verme. Noto que ahora llevo el cinturón puesto y eso me hace sonreír un poco. No es un beso, pero es una prueba de que Ángel se preocupa por mí.

Ángel pulsa el botón en su mando y la puerta del garaje empieza a levantarse poco a poco. El sol, sin embargo, entra de golpe: con solo los primeros rayos que se cuelan por la más pequeña grita es suficiente para iluminar el garaje entero y hacer mis ojos arder. Me tapo los ojos, deslumbrado, cuando la puerta está a medio camino, y no es hasta que ya estamos entrando en el camino de tierra y piedra que puedo más o menos ver. Parpadeo un par de veces, mi vista todavía achicada y algunas lágrimas en las comisuras, pero puedo ver.

El niñero (Yaoi) [EN AMAZON] #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora