Capítulo 19. Inseguridades

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Leah.

Había días, como hoy, donde me cuestionaba el por qué me estaba levantando de la cama, definitivamente no quería ni siquiera moverme de donde estaba, pero luego recordaba que parte de vivir era levantarme de la cama y lo hacía. Despertaba tarde y lo sabía, pero dormir era una fantasía increíble y valía la pena.

Ducharme, arreglarme un poco y desayunar, en eso se basan mis mañanas normalmente, a veces ponía alguna película que fuera mi compañía en el silencio que había en la casa.

No era de salir mucho, pero había días donde salía para poder pasar un tiempo afuera y aprovechaba para hacer las compras, Marco era algo irresponsable en eso. A cualquier persona le sorprendería que biológicamente él no fuera mi hermano y yo le quería como si lo fuera. Sus padres me dieron una familia y mi forma de agradecer era siendo la hija perfecta, o al menos intentaba serlo.

Jamás fui una persona que necesitara la atención de nadie, Vanessa y Marco me daban parte de su atención siempre que podían, Alek lo hacía y Atlanta también.

Alek y Atlanta.

Ese era mi maldito problema en ese momento.

Leí el mensaje que había recibido la noche anterior y cerré mis ojos con fuerza.

Pequeña Leah, creo que es hora de comiences a darte cuenta de que las personas a las que más quieres, son las que más te engañan.

Me miré al espejo de mi habitación como solía hacer todos los días tratando de encontrar algo en mi que me diera más confianza. Quería olvidarme se aquél mensaje y tratar de evitar relacionarlo a ellos dos.

Desde la llegada de Alek yo trataba de lucir "bonita" siempre, me esforzaba en ser "perfecta" para él. Si decía algo, yo lo hacía. Pero no era ciega, y no había que ser muy inteligente como para darse cuenta de la tensión entre ellos dos.

Ella era bonita, y la novia de mi hermano, pero...

¿Acaso yo estoy sintiendo inseguridad por una de mis amigas? Vaya fantasía de vida, te sientes insegura de tu mejor amiga y cuñada.

No tenía mucho tiempo de haber comenzado a salir con Alek. No parecía un mal chico, pero al presentarlo a mi familia me sentí a la izquierda por completo entre Atlanta y él. Todo en ellos gritaba tensión, no fui la unica en notarlo, Marco lo notó, y luego habían comenzado los mensajes extraños que dejaron en evidencia que ninguno de nosotros era realmente sincero.

Al parecer invoqué a mi hermano, sin tocar la puerta entró a mi habitación con una sonrisa en su rostro.

— ¿En que piensas, pequeña? — preguntó sentándose en la cama, tomó uno de los almohadones en ella y jugó con este.

Me giré dejando de mirarme al espejo y lo miré, estaba en mi cama mirándome, esperando una respuesta de mi parte.

— ¿Tú crees que sea bonita? — pregunté balanceándome en mi lugar.

No puedo creer que le pregunté eso, pensará que soy patética al sentirme insegura al lado de su novia.

— Leah Dumont Broussard. — dijo llamándome por mi nombre completo. — Eres preciosa, con sentimientos impresionantes, jamás dudes de eso. ¿Por qué lo preguntas? — preguntó mirándome serio y con su ceño fruncido.

Me siento insegura cerca de tu novia.

Pensé, pero no podía decir aquello. Sería grosero de mi parte y generaría posiblemente un problema en su relación. Debía pensar algo que me ayudara a salir de esa situación incómoda sin hacerlo sentir inseguro a él también.

Mentiras Peligrosas. Where stories live. Discover now