Capítulo 14. El vestido

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Atlanta.

Mire a Leah mientras ella hablaba, me hice un ovillo en el asiento del copiloto y mordí mi labio suavemente. No estaba segura de por qué razón debíamos buscar vestidos días antes de Halloween, tampoco entendía la razón de que Iryna nos invitara a una fiesta. Aunque sabía que Leah y Marco querían ir, eso era suficiente para que hiciera todo lo que querían que hicieramos.

— Bueno debemos ir por nuestros vestidos, ustedes ya han ido por sus trajes, pero nos han dejado a nosotras para lo último — le reclamo a su hermano.

— Antes de la clase de baile que tienes te llevaré, de hecho ahora mismo las estoy llevando. No se quejen. — murmuró Marco mientras estacionaba el coche frente a la tienda de vestidos.

— ¿Y por que no avisas esas cosas? — Leah se quejó y rodó sus ojos.

— Alek, ¿vienes o te quedas? Yo las acompañaré. — Marco lo miró, alzó sus cejas y suspiró.

Miré a Alek y él sonrió asintiendo levemente, bajó del coche y todos entramos al lugar.

Caminé dentro de la tienda, miré de reojo algunos vestidos y mordí mi labio levemente.

El vestido era bastante simple, pero podía jurar que era el mas hermoso de toda la tienda.

Era blanco, con un hermoso corset transparente con piedras como en el resto del vestido, en los hombros tenía unos tirantes y desde la zona de la cadera, la tela de la falda era tul del mismo color.

Estaba casi segura que, quedaría por encima de los tobillos en alguien de mi estatura.

— Sé que te gustó. — susurró. — ¿Por que no te lo pruebas? — preguntó Alek en mi oído mientras me empujaba suavemente.

Lo observé y luego miré el vestido, me acerqué para tocar la tela y sin que pueda decir algo, Leah se acercó.

— Oh dios, es perfecto. Gracias Atlanta, combinará perfecto con mi antifaz. — dió algunos saltitos de emoción abrazando el vestido que tenía en mis manos y al verla así, lo solté asintiendo.

— Es Atlanta, siempre sabe que elegir para ti. — contestó Marco abrazándome.

— Si, es... perfecto para ti. — susurré alejándome un poco.

Me mantuve en silencio mientras Leah sugería algunos vestidos y solo me dedique a asentir.

Ninguno me gustaba realmente.

— Yo creo que le quedaría mejor a Atlanta, es un tono que resaltaría sus ojos y su cabello. — intervino Alek tomando el vestido entre sus dedos.

— Creo que le queda mejor a mi hermana, Atlanta puede elegir algo más. — comentó Marco observando a Alek.

Alek entrecerró sus ojos y tensó su mandibula.

— Preguntemos a un experto mejor. — buscó con su mirada y cuando vió a uno de los empleados lo hizo acercarse. — Hola, buenas tardes, quería saber si este vestido le quedaría mejor a esta chica o a ella. — le explicó señalando primero a Leah y luego a mi.

El señor nos observó haciendo una mueca y entrecerró sus ojos, mordisqueo su labio y apretó sus dedos.

— Honestamente creo que le quedaría mejor a la señorita de cabello oscuro, resaltará más cada detalle de su piel y rostro. — murmuró, su voz iba a apagándose a medida que veía la expresión de Leah. — Pero está ese mismo vestido en distintos colores, tal vez ambas pueden llevarlo. — sugirió con nerviosismo.— Podría sugerir un constraste de color, tal vez... En negro.

Mentiras Peligrosas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora