S. D. D

Capítulo 19: Cuentas de cristal azules

El mineral de cristal azul no sólo es caro, sino que es raro, ya que se originó en algún lejano planeta abandonado, donde un explorador fue a cavar en busca de un tesoro y acabó trayendo sólo una pieza de mineral de cristal azul. Lo entregó al gobierno, y después de que se identificara que ese mineral de cristal no era útil más que para fines ornamentales, el explorador lo hizo fabricar en cuentas del mismo tamaño, menos de mil en total, y las vendió a un precio elevado.

La señorita Qi tenía un total de 148, y ahora, uno se había caído.

Cheng Jin y Andy miraron a su alrededor con pánico, dando vueltas al lugar donde acababan de encontrar incluso buscaron entre la niebla, odiando tumbarse de espaldas y buscar en el camino centímetro a centímetro, pero todavía no se podía encontrar ninguna señal de la cuenta.

—¿Qué debemos hacer? —Andy estaba tan ansioso que hasta el sudor le salía por la frente —Falta una cuenta de cristal tan importante, ¿cómo vamos a pagarla?".

Cheng Jin también estaba ansioso, su carita estaba un poco blanca, dijo —Vamos a mirar de nuevo, tal vez está disperso en el borde del camino —estaba a punto de salir cuando Andy le agarró del brazo y le dijo —¡Es imposible! Es que ya lo hemos buscado muchas veces y no lo hemos visto, a no ser que lo hayas perdido tú y lo hayas traído aquí a propósito para lavarte las manos.

Cheng Jin se quedó atónito y se apresuró a explicar —No, de hecho seguía aquí antes de que yo llegara, incluso lo conté, lo protegí bien durante el camino, es imposible que se haya perdido en medio del viaje —de repente se le ocurrió una posibilidad —¿Podría haber sido Lian Mog? Acaba de tocar este vestido.

En comparación con el joven maestro que no era tan brillante, Andy realmente había pensado en esta posibilidad —Tal vez sea él, así que ¿por qué no vas a preguntarle?

Cheng Jin volvió a quedarse atónito, y tardó un rato en decir en voz baja —Si fue él, lo hizo a propósito, y aunque fuera a preguntar, ¿cómo va a estar dispuesto a devolverlo?

—¡Si te disculpas y le ruegas, puede que esté dispuesto a devolverlo! Además, si no hubieras dejado de proteger el vestido tú mismo, no habrías dejado que se aprovechara de él —Andy apretó los dientes —Si no lo recuperamos, con la naturaleza arrogante de la señorita Qi, definitivamente perderá los estribos, y cuando se trate de mi jefe, ¡ambos lo pasaremos mal!

Cheng Jin dijo tontamente —Lian Mog definitivamente no me lo devolverá, el lugar de la señorita Qi... para explicarle, ¿no lo entenderá?

—¿Entender? —Andy se rió fríamente. "Joven Maestro Cheng, no importa cualquiera que sea su temperamento en estos momentos, la señorita Qi tiene su mismo temperamento arrogante, y de acuerdo con su antigua personalidad, ¿puede entender cuando alguien pierde sus cosas? — Seguramente estaba tan enfadado que su tono estaba cargado de pesimismo —He oído que en el pasado, cada vez que tus ayudantes cometían el más mínimo error, eran maltratados por ti a lo grande.

—Yo... —Cheng Jin quiso explicar que, aunque solía perder los estribos, no insultaba a la otra persona, pero cuando las palabras llegaron a su boca, no pudo volver a decirlas.

Andy se burló —¿Qué? Si no quieres disculparte y pedir perdón, ¿qué vas a hacer? ¿Puedes sacar otra cuenta de la nada? Aunque tenemos muchas cuentas en la tienda, no podemos encontrar una tan rara.

Cheng Jin se apretó los dedos y de repente susurró —Solía... tener una caja de ellos —Le encantaban el azul y las cosas bonitas y brillantes, y cuando veía la presentación en las noticias de entonces, clamaba por ella inmediatamente. Su hermano mayor le quería y de hecho fue hasta otro planeta y volvió con una caja entera de cuentas de cristal azul para él, trescientas. Pero en ese momento, Cheng Jin aún no estaba satisfecho y dijo con un pico de insatisfacción —¿Por qué no los compraste todos de una vez?