S. D. D

Capítulo 26: Objeto de confección

Cuando los hermanos salieron del dormitorio, Yan Qi les estaba contando a Ai Xue y a Lu Tao su pasado con Cheng Jin cuando era un niño.

-"Era petulante como un niño cuando era pequeño, llorando a cada momento, llorando más fuerte que los demás cuando estaba claro que los había acosado. Por otro lado, tenía un excéntrico hermano mayor que le abrazaba y engatusaba después de enmendar y pedir perdón a alguien, sabiendo que había cometido un error". Yan Qi no tuvo ningún escrúpulo ante la presencia de Cheng Jin cuando dijo esto, ni siquiera bajó un poco la voz.

La cara de Cheng Jin se puso roja de vergüenza, y dijo con poca energía: "Yo, no tengo idea..."

-"¿No tienes ni idea? Con el favor de tu hermano, simplemente no tienes ley". Yan Qi añadió: "Yo no tuve tanta suerte, aunque había seis hermanos por encima de mí, ninguno me complacía, así que en ese momento deseé que el hermano Xu fuera mi verdadero hermano." Terminó mirando hacia Cheng Xu, con una sonrisa significativa en los labios.

Cheng Jin, que estaba de pie junto a su hermano mayor, ni siquiera se dio cuenta de su mirada y sólo se sintió agraviado: "¿Estás exponiendo deliberadamente mis defectos hoy?"

Yan Qi se burló: "¿Llamas a eso exponer tus defectos? No he dicho nada de más, por ejemplo..." Antes de que pudiera decir nada, Cheng Jin se apresuró a acercarse y trató inconscientemente de taparle la boca: "¡No lo digas, no lo digas! ¡No debes ir demasiado lejos, Yan Qi! ¡Sé lo que te pasó cuando eras un niño! Incluso echaste chile en polvo en el café de otras personas, ¡y! Incluso lloraste cuando no confesaste tu amor a alguien cuando tenías dieciséis o diecisiete años". A Cheng Jin no le importaba nada, ya que no quería arruinar su imagen ante su marido.

Aunque antes tenía una mala imagen en el corazón de Lu Tao, éste se encontraba ahora en un estado de amnesia, aunque sólo fuera por unos meses, y quería estar en el corazón del otro hombre para siempre.

Mientras el rostro de Yan Qi palidecía, Ai Xue sonreía con interés: "Todavía hay este tipo de cosas, ¿eh?".

Cheng Jin dijo: "Sí, llorando como un lobo, y llorando con la esquina de nuestra casa, y ese día llovía mucho, si mi hermano no me hubiera dicho que me alejara de él, habría tenido que ser blando de corazón y darle un paraguas". Cheng Jin terminó su arrebato antes de pensar que la otra parte era ahora el hombre más rico del planeta imperial, asustada, su cuello se torció y se escondió apresuradamente hacia su marido, encontrándose con los ojos sombríos de Yan Qi, avergonzado, "Yan Qi, tú empezaste, yo, yo no quería decirlo..."

Yan Qi le miró apenado, de repente una sonrisa apareció en la comisura de su boca y su tono se volvió suave, "Cheng Jin, ¿quieres saber a quién me estaba confesando en primer lugar?"

Cheng Jin quiso inconscientemente sacudir la cabeza, pero pronto se dio cuenta de que algo no cuadraba en sus palabras y se quedó helado: "¿Conozco a esa persona?".

-"Por supuesto que sí, ¿quieres adivinar quién es?"

Había un grupo de personas con las que solían salir, y Cheng comprobaba que había "nuevas mujeres" y mujeres, pero no importaba cuál fuera, no encajaba del todo. La familia Yan era rica, poderosa y una familia nativa en ese momento, y Yan Qi era como el líder del grupo, y el número de personas que le mostraban afecto era similar al número de personas que se mostraban a sí mismas.

Mientras aún lo pensaba, Cheng Xu abrió la boca de repente: "Pequeño Jin, yo iré primero".

Cheng Jin salió repentinamente de sus recuerdos y se sorprendió un poco: "Hermano, ¿sólo te vas? ¿No vas a pasar la noche aquí? O tal vez podamos volver después de la cena".