S. D. D

Capítulo 44: Los amantes juegan en el asiento

El tiempo que el vehículo pasó viajando por el espacio plegado fue en realidad muy corto, sumando sólo quince minutos en total. Durante estos quince minutos, Cheng Jin tampoco sintió nada inusual, excepto que la oscuridad y la falta de visibilidad fuera de la ventana le hicieron sentir un poco de pánico. Agarró nerviosamente la mano de su marido y le preguntó en voz baja: "En el espacio plegado, ¿qué nos pasaría si ocurriera algo?".

-"Desapareceriamos". La expresión de Lu Tao era tranquila, pero las palabras que pronunció hicieron saltar de sorpresa a Cheng Jin.

-"¿Desaparecer, desaparecer?" Estaba tan sorprendido que volvió a tartamudear.

-"Sí, este vehículo nos llevará a la nada, ni siquiera quedarán trozos de polvo". Al ver que su hombrecito estaba realmente aterrada, Lu Tao sonrió y le acarició la cabeza: "No te preocupes, el espacio plegable se ha utilizado durante ciento veinte años hasta ahora, y en estos ciento veinte años, sólo ha habido un accidente importante, hace ciento diez años. En otras palabras, este vehículo ha pasado con seguridad durante ciento diez años, así que no deberíamos tener tan mala suerte".

Cheng Jin se sintió aliviada ante esto, y sus ojos rápidamente mostraron admiración: "¡Cariño, sabes mucho!".

El Almirante se rió un poco y añadió: "En realidad, a causa de ese accidente, este mismo vehículo estuvo a punto de ser cancelado y el espacio plegable estuvo a punto de quedar inutilizado, pero afortunadamente al final siguió funcionando, de lo contrario habríamos tenido que dar un paseo de medio mes en una nave espacial para llegar al Planeta del Sol".

Todas estas eran cosas a las que Cheng Jin no había estado expuesto antes, su enfoque era claramente diferente a la norma. "Eso también es bueno, así tendremos al menos un mes de ser inseparables cada día".

La sonrisa en las comisuras de su boca se estrechó lentamente, y una compleja emoción surgió bajo los ojos de Lu Tao mientras decía: "Sí".

Quince minutos después, su vehículo pasó por el espacio plegable y la luz entró por la ventana. Cheng Jin se apresuró a asomarse a la ventana para mirar, viendo primero un caótico color blanco y luego, lentamente, la sombra de la ciudad. Cuando aparecieron innumerables rascacielos frente a él, los ojos de Cheng Jin se abrieron de par en par y exclamó: "Los edificios de aquí... son tan altos..."

-"Es el World Trade Center, hemos llegado al planeta del comercio". Lu Tao dijo el nombre del lugar con precisión aunque no recordaba haber venido aquí. "El planeta comercial es el lugar más poblado de los setenta y dos planetas, con un total de mil quinientos millones de residentes permanentes más los no permanentes, es la primera parada de nuestro viaje."

-"Mil quinientos millones... mucha gente" Aunque Cheng Jin no es inteligente y está acostumbrado a divertirse, también sabe que el Planeta Imperial sólo tiene una población de 30 millones de habitantes, lo que supone una gran diferencia respecto a la cifra de 1.500 millones.

Apenas podía ver los edificios que se alzaban hacia las nubes, y si no fuera por las ventanas que no se podían abrir, probablemente querría asomar la cabeza y mirar. La mayoría de los pasajeros de su sección del vagón se bajaron aquí, mientras que fue un pequeño número el que subió. Sus asientos eran privados, como cascarones de huevo, y Lu Tao había reservado un asiento de pareja, que estaba aún más separado del resto de los asientos, por lo que básicamente no se podía ver lo que hacían si no se estaba deliberadamente cerca.

El vehículo se detuvo en el planeta comercial durante diez minutos y volvió a partir a gran velocidad. Cheng Jin recibió una copia de la lista de paradas del tren, y cuando vio que su destino estaba al final, no pudo evitar sentir un poco de picor. Lu Tao vio lo que estaba pensando y dijo en voz baja: "¿Qué? ¿Crees que es demasiado lejos?".