S. D. D

Capítulo 67: Hola, Cheng Cheng

Con un intenso bombeo, Cheng Xu apenas pudo contenerse para ser enviado a otro orgasmo máximo, y mientras eyaculaba, las cuentas redondeadas molieron con fuerza contra su próstata, lo que estimuló apretarse y aflojarse, y la vara frente a él brotó con fuerza con otro chorro de agua, inundando el aire con el tenue olor de la orina.

Incontinencia de nuevo.

Cheng Xu se moría de vergüenza y rabia, apretando los dientes para mantenerse enterrado en la almohada mientras su cuerpo seguía temblando. Sintió que su carne ya estaba siendo llenada de semen, y como cada vez anterior, el espeso líquido fue inyectado en sus entrañas, empapando cada centímetro de carne amurallada con más lujuria y agitando su cuerpo para segregar más fluido lujurioso.

Con un ligero golpe, las cuentas del interior de Cheng Xu cayeron juntas sobre la sábana, expulsando también un chorro de mucosidad.

Cuando perdió el agarre, Cheng Xu estuvo a punto de esconder su cuerpo dentro de la manta casi inmediatamente, pero Yan Qi lo levantó y se rió por lo bajo: "¿Al hermano Xu no le importa ensuciarse? Te llevaré para que lo laves, cada vez disfruto más".

Un sentimiento de vergüenza se apoderó de él, debería haberse contenido como antes, pero por alguna razón hoy no pudo evitarlo.

Los afilados dientes atravesaron la carne, probando el sabor de la sangre y escuchando al hombre soltar un gemido de dolor. Cheng Xu ya estaba preparado para que el otro hombre le tirara al suelo o le diera un violento puñetazo, pero quién iba a decir que Yan Qi seguía sujetándole con extrema fuerza, y cuando finalmente soltó los dientes, incluso escuchó el sonido de una risa que salía de la garganta de Yan Qi.

Las marcas de los mordiscos en su hermosa piel de bronce eran especialmente evidentes, y la sangre seguía filtrándose, lo que hizo que Cheng Xu no quisiera seguir mirándolas, e incluso se arrepintió de su impulso de hace un momento. Yan Qi se acercó a su oído y le susurró: "Que el hermano Xu me muerda, ¿es porque está enfadado porque salí en una cita a ciegas a tus espaldas? ¿Estás celoso?"

Cuando escuchó la palabra "cita a ciegas", a Cheng Xu le dio un vuelco el corazón. Al principio quiso hacer una mueca, pero cuando pensó en su plan, se calló.

Para Yan Qi, su silencio parecía una aquiescencia, lo que hizo que su corazón se alegrara aún más y borrara su irritación anterior. Metió a Cheng Xu en la bañera y le echó agua caliente mientras le decía: "No hace falta que te enfades, de hecho, antes de ir yo mismo, no sabía que era un banquete de casamenteros, sólo pensaba que era una fiesta ordinaria, pero no esperaba ser visto por Cheng Jin".

Cheng Xu levantó bruscamente la cabeza y le miró fijamente: "¿Por qué le has dicho esas cosas?".

Yan Qi se sintió incómodo y algo desconcertado por su mirada, "¿Qué clase de cosas?"

-"¿Por qué me has mencionado delante de él? ¿No tienes miedo de que se lo piense más?" Pensando en esto, Cheng Xu incluso apretó los puños.

Yan Qi comprendió al instante el significado de sus palabras, e inmediatamente se rió con frialdad: "¿Por qué debo temer que se lo piense más? No puedo esperar a contarle inmediatamente cuál es nuestra relación ahora. ¿Por qué estás tan nervioso? ¿Tienes tanto miedo de que tu hermanito se entere? ¿Por eso te defendías desesperadamente hace un momento?" Al ver los labios rojos e hinchados de Cheng Xu y sus muñecas pellizcadas hasta el punto de enrojecer, finalmente contuvo la ira de su corazón y trató de suavizar su tono: "Eso fue hace tanto tiempo, el hecho de que no te lo mencionara demuestra que no pensó mucho en ello. ¿Cuánta capacidad cerebral tiene tu hermano, no lo conoces bien?"