You're obsessed | 3

15.2K 1.5K 1.3K
                                    

- ¿Por qué no estas en casa? ¿Papi está enojado? ¿Papi te golpea? - dijo Ran colocando su mano en tu pierna

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- ¿Por qué no estas en casa? ¿Papi está enojado? ¿Papi te golpea? - dijo Ran colocando su mano en tu pierna. 

Aventaste su mano, estabas un poco asustada de que te había encontrado, no lo entendías, ¿qué hacia él aquí?

- ¿Q-que haces tú aquí? - las palabras se atoraban en tu boca, el sentimiento de peligro aparecía en el aire, el aura pesada que siempre acompañaba a Ran alejaba a todos de ustedes dos. 

- Esa es mi pregunta. 

- ¿Desde cuándo te importo? ¿me estas cuidando Haitani? 

La sonrisa que apareció en tu rostro fue suficiente para hacer sentir a Ran enojado. 

- Ni a tu padre le importas, menos a mí. 

No ibas a ocultar que eso te había afectado, lo sabias, pero eso no era de su incumbencia, pero ¿él como sabe de tu vida?

Quizás ayer si estaba en la puerta y no fue ninguna imaginación tuya, pero se sentía mal. ¿Qué quiere Ran? 

Te levantaste del lugar para irte, pero él te agarro por la muñeca y se levantó contigo - Suéltame o hare un escándalo aquí - le dijiste tirando de tu brazo para que te soltara. 

- Ven conmigo, o tu padre vendrá. 

Preferirías tantas cosas a que el señor se enterara de algo, por suerte no era tan conocido que tenía una hija, él siempre quiso mantenerlo en secreto, en uno que solo la tierra conociera, pero fue tarde cuando los demás empezaron a conocerte. 

Ran te saco de la central y te llevo hasta el parque donde habías estado antes, Ran sabia cosas y tu estabas más confundida que nada. 

- Hagamos un trato. 

- ¿Por qué estas tan obsesionado conmigo? 

- No sé si quiero asesinar a la hija de un policía o si quiero follarmela a sus espaldas, no me decido aún.  

- Estas enfermo si crees que eso llegara a pasar. 

La mano de Ran recorrió tus mejillas, se sentía suave porque llevaba guantes y subió un poco el ritmo de tu corazón al pegarse a tu cuerpo. 

Tus pulmones se hacían pequeños con cada toque, tus mejillas se tintaban de rosa, pero aun así decidiste alejarte de él, solo observo tu cara sonrojada con una sonrisa de complacencia. 

- Déjame en paz de una puta vez. 

Te fuiste del parque dejándolo solo, recordando como su toque te puso nerviosa, como sus palabras quemaban en el interior. 

Tu mente vagaba en la sensación de que alguien por una vez en su vida estaba interesado en ti, no de la manera en la que querías, pero algo era algo, nunca lo experimentaste y quizás ese era el motivo por el que no lo entendías. 

Amargo || Ran HaitaniWhere stories live. Discover now