Amargo || Ran Haitani

Elige tu veneno | 7

- ¿Por qué lo hiciste (T/A)?

- Las palabras que ella utilizo.

- No, no, no, Vil-chan nunca diría cosas malas, ella te apreciaba - el director negaba completamente las cosas que tú le habías dicho.

Te habían mandado llamar al final de las clases, los profesores no podían creer que tu golpearías a alguien y menos a la niña dulce que aparentaba ser Vil.

- Ella no es lo que todos ustedes creen

- Ella es tan buena con todos, ella sería incapaz, me temo que tendré que mandar llamar a tu padre para resolver esto, no queremos que los demás lo sepan ¿O sí?

Negaste con la cabeza.

Si alguien se enteraba de que la única hija del aclamado policía golpeaba a alguien todo mundo le reprochara las acciones a él y él se desquitaría contigo.

El profesor frente a tu suspiro cortando una hoja de papel con algo escrito - toma esto, dáselo a tu padre y que lo firme, esperemos que pueda venir aquí.

Sin ganas tomaste el papel guardándolo en tu mochila. Quizás se lo podrías ocultar a tu padre, les dirías que tú padre está muy ocupado como para firmarlo hasta que se olviden del tema. Con suerte y lo olvidarán.

Estabas a punto de salir cuando volvió a hablar - por cierto (T/A) ¿Eso en tu cuello es maquillaje?

El mundo estaba contra ti hoy.

La sangre se te heló al escuchar esas palabras. Las reglas de la escuela no permitían maquillaje y cualquiera que lo usará también sería penado.

Te disté la vuelta sobre tus talones esperando que una palabra saliera de tu boca, algo que justificara esto, hasta que la respuesta correcta vino a tu mente - uno de los Haitani me golpeó y tuve que cubrirlo con maquillaje.

El profesor empezó a reír - No, no, ellos no hicieron nada, ahora puedes irte, o tú padre sabrá que te subí a propósito al 5to mejor puesto - agitó su mano indicándote que salieras del lugar.

No tenías más opción que irte de ahí.

Esos hijos de perra les tenían miedo a los dos hermanos, se hacían de la vista gorda siempre que ellos hicieran algo malo. Todo con tal de evitarse problemas con ellos.

En esta escuela había pocos importantes, los Haitani que eran puestos por sobre todos sin importar sus acciones, la niña bonita Vil que pareciera la más dulce y tú padre, quien había donado tanto dinero a esta escuela que hinchaba sus bolsillos.

Tú solo eras un medio para hablar con él, el motivo principal por el que lo llamaron fue porque necesitan dinero y que tú te hayas metido en problemas lo hacía más fácil, ellos saben que tú padre pagará porque esto no se sepa y ellos felices.

Saliste de la escuela directo a dónde vivías, no tenías idea si el estaría ahí, pero tenías que ir, ayer no estabas segura de si él estaba ahí, pero si lo estuvo te encontrabas en problemas porque no dormiste en casa.

Además, tenías que lavar la ropa sucia que llevas escondiendo en tu casillero los últimos días.

Llegando a casa te diste cuenta de que estabas jodida, la camioneta de tu padre estaba ahí, lo que indicaba que él también estaba ahí.

Abriste la puerta esperando lo peor atrás de ella, pero no sé escuchaba nada.

El único sonido que se escuchaba venía del agua que corría en el patio, el bambú cayendo cada que se llenaba con agua.

Te quitaste los zapatos y con sigilo subiste las escaleras, tratando de no hacer mucho ruido.

- ¿Pensabas ocultarlo? - se escuchó una voz saliendo de la cocina.