Eres sólo mía | 13

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Hanma comenzó a besar la comisura de tus labios mientras recorría tu espalda con sus manos

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Hanma comenzó a besar la comisura de tus labios mientras recorría tu espalda con sus manos.

- Vamos a disfrutar esto mientras él nos observa - te susurro Hanma al oído mientras movía tu cabeza en dirección de dónde estaba Ran.

Gritaste la cabeza en esa dirección y lo viste ahí de pie, con una expresión evidentemente enojada y llena de rabia.

Se sentía como si sus ojos fueran cuchillos que asecharan tu corazón.

Pero esto era lo que merecía, querías creerlo. Lo barriste con la mirada y con una sonrisa volviste a ver a Hanma. Te dejabas guiar por su toque mientras él te llevaba al centro donde más personas estaban bailando.

Las manos de Shuji viajaron hasta la parte inferior de tu espalda casi rosando con tus glúteos. Pego tu cuerpo al de él y comenzó a moverse entre toda esas personas mientras la música sonaba.

Acercó tu cara junto a la suya hasta que sus labios quedaron a centímetros. Expulsó el humo de su cigarro en tus labios haciendo que entrara en tu boca.

Aceptaste completamente lo que te estaba haciendo, te dejabas llevar por la música y la píldora que te había dado antes era de ayuda para hacerte sentir libre.

Ran sólo te miraba mientras su enojo aumentaba. Apretaba los dientes y su mandíbula comenzaba a tensarse.

Las ganas de golpear a alguien se hacían presentes, pero no quiera golpear a cualquiera, quería ir por Hanma.

También quería desquitarse contigo de alguna forma, pero sus opciones no eran muy grandes. Hacer lo mismo con otra chica no se sentiría igual, principalmente porque creía que ninguna de las mujeres ahí valía la pena, no como tú.

- Ran ¿Esa no es tu novia? - pregunto Kakucho acercándose a Ran.

- No es mi novia - contesto Ran aún con la mirada en ustedes dos.

- Claro que no es tu novia, hasta acá se siente la tensión sexual entre esos dos - le dijo Kakucho, aunque claramente lo estaba provocando.

Y eso fue justo lo que paso, la paciencia se agotó, su mente se puso confusa y sus piernas se movieron por sí mismas.

Hanma pasó sus dedos entre tu cabello provocándote una risa nerviosa.

Pasaste tus manos por detrás de su cuello dejando caer tu peso en su brazo.

Estabas tan distraída en Hanma que no sentiste cuando alguien te agarro del hombro.

Ambos voltearon a ver al hombre detrás de ustedes. La cara que tenía Ran demostraba todo su disgusto.

- Ven conmigo (T/N) - te ordenó Ran.

- Mmm, no - le contestaste volviendo a ver a Hanma frente a ti.

Amargo || Ran HaitaniWhere stories live. Discover now