Capítulo 7

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¿Qué se supone que tengo que hacer ahora?

Donato se apresuró en llevar a Luca e Ian a la cocina. Luca no se percató de la tensión que había en el ambiente, pero Ian si se quedó unos segundos parado frente a nosotros mirando a todos con el ceño algo fruncido.

Yo estaba parada y perpleja, pues Nadir básicamente me había echado y humillado. Quería salir corriendo de este lugar, pero como dijo Donato, Luca no merece tantos problemas.

Lo que no entiendo es esta suerte que tengo, como dice el refrán, salí de Guatemala para irme a Guatepeor.

— Pequeña, siéntate antes de que venga Luca. —susurró Axel al lado mía. —Nadir. —su voz al pronunciar su voz, cambió a una más grave y severa. — Ven conmigo.

Ambos salieron al jardín y yo solo me senté, callada y reprimiendo lo más que podía las lágrimas.

Ian apareció con los vasos, los dejó en la mesa y se sentó a un lado del sofá grande, cerca de donde yo estaba.

— Bienvenida — lo oí decir, a lo que lo miré extrañada. Hasta ahora nadie me había dado la bienvenida, por lo que me sorprendí un poco.

— Gracias —el me miró y aunque no me encontraba de buen humor, le regalé la mejor de mis sonrisas, a lo que él me respondió con un asentimiento de cabeza.

— ¿Quién se muere de hambre? — preguntó Donato apareciendo con Luca, ambos riendo y con los platos en mano.

— Yo muero de hambre —respondió Ian con una leve sonrisa en su rostro. Tanto Donato como Luca se quedaron quietos mirándolo.

— Hermano ¿estás viendo lo mismo que yo?—preguntó Donato con cara de sorpresa.

— Si... —respondió Luca con cara de fastidio.

— ¿Qué pasa? —pregunté extrañada.

— Querida cuñada, eres nueva y no lo entiendes, pero este tío — dijo Donato señalando a Ian, a la vez que se sentaba a su lado. — No hay forma de verlo sonreír, de hecho, es la persona más seria y gruñona que puede haber en este planeta.

— ¿En serio? — miré a Ian, y a este se le había cambiado la expresión por completo. Se encontraba fulminando con la mirada a Donato.

— Se le nombró Jefe de seguridad por su seriedad y mal genio. — susurró lo último para después empezar a reír.

— Por qué no mejor comes y te callas de una vez — propuso Ian entre dientes.

— Si, mejor cállate Donato — intervino Luca entre ambos. — No vaya a ser que te acabe golpeando — ver como Luca se aguantaba la risa me hizo no aguantarme la mía.

La primera impresión que daba esta gente era de tipos duros y muy serios, pero en realidad son muy graciosos, sobre todo cuando pelean como niños, como ahora.

Luca me dio un plato con un trozo grande de pizza para luego coger un Puff y colocarlo al lado mío, sentándose ahí con su plato.

Entre los cuatro comíamos, hablábamos y reíamos por básicamente cualquier tontería. Al rato aparecieron Axel y Nadir, algo serios. Axel se unió del tirón a la conversación, en cambio, el insoportable de Nadir solo se sentó y comió en silencio.

Llamó mi atención como Nadir se quedaba mirando a Luca, parecía como si le debiera algo. Juro que no entendía que pasaba con él, quizás le molestaba mi inesperada llegada, pero yo creo que no es tampoco para actuar como él lo hacía.

Cuando terminamos de comer ayudé a lavar los platos. Después, los chicos decidieron ir a la otra casa, por lo que Luca y yo quedamos a solas, y aunque quisiera atrasar más el momento, creo que ya es hora hablar.

Falsas Verdades (TERMINADA)Where stories live. Discover now