Capítulo 38

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NARRA NADIR

— ¿Y...?

— Por suerte aún tenía guardado el número del desgraciado de Paul, cosa que nos sirvió mucho — me obligué a no hacerle caso al hecho de que aún tenía el número de ese inservible, por tal de tener la respuesta que quería oír. — Nos costó toda la noche, pero tenemos el paradero de Paul.

Respiré hondo, obligándome a mantenerme sereno y no coger la moto para ir corriendo a donde se encontraba.

— Bien, pon a alguien para que lo vigile, hasta que mande actuar.

— ¿Por qué no actuar ya? ¿Por qué no ir y hacerle pagar por todo? —las palabras de Mario eran tentadoras, pero no podía, no ahora.

— Créeme que mis ganas de encararlo son enormes, pero aún no, aún tengo mucho que hacer antes de terminar con todo esto.

— ¿Qué puede ser más importante que acabar con ese desgraciado? — Yo no diría "qué", sino "quién"...

...

— Nadir... ¡NADIR! —los gritos de Fabiola me hicieron caer de las nubes para centrarme en ella.

— ¿Qué decías pequeña? — pregunté, mientras tomaba asiento en el suelo.

— ¿Acaso las musarañas te llevaron al mundo de las maravillas? —preguntó graciosa, mientras se sentaba junto a mí.

— Si y estaba de maravilla en mi mundo hasta que llegaste tú — respondí como si nada, pero la realidad era que aunque me despistara mil veces, desearía mil veces ser despertado por ella.

— Tonto — respondió. — Bueno, ya dime mejor cual es el plan.

— No sé cuál sea el tuyo, pero el mío es secuestrarte todos los días para poder disfrutar de ti sin que nadie nos moleste. —dije, escuchando su risa. Esa risa... capaz de inundaba mis oídos como la más bonita melodía.

Fabi creía que era bromeaba, pero yo sería muy capaz de secuestrarla cada día para tener toda la comodidad y libertad de ser yo mismo con ella.

— Muy gracioso, ¿pero no pensaste en la reacción de Luca cuando se entere? —preguntó ella, bajando un poco más su tono de voz. — Ya bastante está enfadado ya...

— Ni él ni nadie podrá cambiar lo que dije sentir por ti — dije, mirándola fijamente. — Además, hacerlo enfadar siempre fue mi pasatiempo favorito — dije, cambiando totalmente mi semblante serio.

— Mala persona — dijo ella, esquivando mi mirada, mientras dejaba asomar una pequeña sonrisa.

— ¿Temes que tu expareja se ponga celoso? —pregunté analizando su rostro, la cual se tensó.

Intentaba reprimir la sonrisa de satisfacción que rogaba por salir al confirmar una vez más lo que desde la distancia pude afirmar más de una vez. Ellos no estaban enamorado.

No niego que se tengan cariño, pues eso era evidente, pero que me jodan si Luca jamás miró a Fabi como mira a Elisabeth.

Cuando supe de la existencia del hijo de perra de Paul, pero sobre todo cuando supe lo lunático que era, ahí pude por fin obtener una explicación que me ayudó a entender del por qué se vieron en la necesidad de mentir.

Esperé a que Fabiola quisiera contarme, pero ella no parece con intención de hacerlo.

— No... claro que no.

— ¿Seguirás ocultándomelo?

— ¿El qué?

— La verdad Fabi, la verdad —al decir esto, pude ver como agachaba la cabeza casi al instante.

Falsas Verdades (TERMINADA)Where stories live. Discover now