Capítulo 40

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2 meses después

El tiempo ha seguido pasando y no podía creer que todo estuviera tan tranquilo. Con Nadir las cosas iban avanzando muy bien, tanto que no pudimos seguir ocultando nuestra relación.

Al principio los chicos se sorprendieron, debido a que ellos mismo presenciaron todas las peleas que tuvimos. También me vi obligada a contar que entre Luca y yo nunca hubo nada romántico, pues las cosas se pusieron algo feas cuanto empezaron a correr rumores como que yo era una zorra que iba buscando hombre con mejor rango.

Quitando todo eso, Nadir y yo cada día aprendíamos más del otro Yo continúo recibiendo una rosa cada día. Sorprendentemente él no se había olvidado ni una vez, de hecho, seguía plantando más rosas en el jardín secreto para que nunca acabaran. Aún les quedaba mucho para crecer a las nuevas flores, pero espero que cuando lo hagan todo siga evolucionando y mejorando.

Cuando Luca se enteró que había contado toda la verdad, vio la oportunidad de revelar su amorío con Eli.

Contar la verdad solo trajo cosas buenas, nos trajo armonía.

Todo estaba demasiado bien y eso era algo que me inquietaba un poco. Mi vida jamás había sido tan tranquila y eso fue debido a Paul. Él hacía tiempo que no daba señales y aquello lejos de tranquilizarme, me aterraba.

Respecto a ese tema, hace casi dos semanas que no veo a Enzo, se fue, dejando solo a dos hombres de seguridad, por si acaso. Eso me ilusionaba porque me hacía pensar que quizás ya lo hayan encontrado, pero jamás me confirmaron nada, asique estoy más perdida que antes.

— Fabi, eso no va ahí —dijo Noa, una chica del club, la cual se convirtió en una buena amiga. — ¿Dónde estará tu cabecita?

— En las nubes soñando —reconocí.

Este día era tan especial que no podía dejar que nada saliera mal. Entre todos estábamos preparando la gran fiesta que se celebrará hoy, en homenaje al futuro presidente, el cual hoy ocupará su puesto oficialmente.

La emoción me podía, llevábamos días planeando cómo iría todo y cómo se haría desde el principio hasta el final. Aún no había ni siquiera visto a Nadir, ya que desde temprano me lo habían robado los chicos.

— ¡Oye, cuidado con las flores! —grité al ver como los chicos casi tiran las rosas que trajo Nadir en la mañana de nuestro jardín. — Tenéis que ir con cuidado, esas flores son especiales.

— Claro, como las trajo su novio, ella las ver muy especiales —dijo Eli, provocando la risa de Roque, el cual veía a su lado.

— Tranquila Eli, seguro que Luca algún día te plante millones de flores solo para ti.

— Nah, lo dudo — dijo ella mientras enseñaba su labio inferior en un exagerado puchero.

Después de reír un rato, continuamos haciendo cada quien nuestros deberes. Hoy el club se llenaría mucho, pues todos los clubs amigos y vecinos acudirían a la celebración, por eso mismo teníamos que aligerarnos antes de que millones de motos empiecen a rugir en la entrada.

Para cuando terminamos, cada quien se fue a su habitación a prepararse. Mi mirada recorría el armario de arriba abajo una y otra vez, sin saber qué demonios me pondría. Nunca me ha gustado mi forma de vestir, pero justo hoy lo odiaba más que nunca.

— Oye tu — escuché que decían desde la puerta, al girar y encontrarme con Eli, un puchero adornó mis labios.

— Iré echa una mamaracha...

— No si tu amiga no lo permite —dijo ella con una gran sonrisa. — Yo te ayudaré a que vayas como una reina y reluzcas frente a tu chico — dijo, mientras cerraba la puerta tras ella.

— ¿Cómo lograrás eso? — pregunté desesperada

— Tu solo confía en mí.

Eli desapareció por unos minutos de la habitación y cuando volvió, la vi aparecer con unas bolsas en sus manos.

— Como hace tiempo que no sales del club, fui con Luca a comprarte algo para este día — dijo, dejándome completamente sorprendida.

— ¿Enserio hicisteis eso?

— Fue idea de Luca y yo la apoyé totalmente — dijo mientras tomaba asiento en la cama.

Saqué lo que había dentro de la bolsa, y quedé boquiabierta al encontrarme con un hermoso vestido rojo de satén. Los hombros quedaban al descubierto, pues sus mangas eran caídas. La cintura estaba amoldado en un corset, y su falda llegaba hasta las rodillas, pero la embellecía aún más una fina apertura que dejaba a la vista el muslo derecho. No sé si este vestido era demasiado para esta fiesta, pero era justo lo que necesitaba.

— Luca casi me mata cuando cogí ese vestido, pero lo amé tanto para ti que no pude soltarlo — dijo Eli.

— Gracias Eli —la emoción me hizo estrecharla en un fuerte abrazo. Ella pensaba en mí más de lo que yo misma lo hacía. — Muchas gracias.

— Vamos nena, te tienes que preparar —dijo, mientras me observaba con una gran sonrisa. —Hoy será un gran día.

Hoy era un día especial para Nadir y eso lo volvía también especial para mí y para todos los que lo queremos.

Estaba emocionada, pero también nerviosa. Jamás me había vestido tan... así. En todo este tiempo no recuerdo haberme puesto otra manera que no fuera mi ropa ancha y negra.

Quería verme ya arreglada, pero sobre todo quería que Nadir me viera. No por querer su aprobación, sino para que entendiera que me estoy esforzando en avanzar y cambiar mi vida a mejor.


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Falsas Verdades (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora