Capítulo 25

1K 57 4
                                    

NARRA FABIOLA

Debido a la caída, un fuerte golpe en la cabeza me dejó tan aturdida que todo a mí alrededor se veía borroso. El dolor que además sentía en todo mi cuerpo, me impedía levantarme.

Intenté varias veces ponerme en pie pero no pude, mis piernas no reaccionaban, y las punzadas en mi cabeza me impedía hacer gran esfuerzo. Desde mi lugar busqué con la mirada a Roque y el alma se me fue al cielo cuando lo vi tirado a unos metros de mí. El miedo crecía al no verlo moverse, y el pensamiento de que algo realmente malo le hubiese pasado empezó a atormentarme.

Nuevamente intenté levantarme para acercarme a él, pero no pude. Verlo así y no poder hacer nada, me hacía sentir tanta impotencia.

Miré a mí alrededor en busca de ayuda y el corazón se me paró al ver que el coche que nos seguía se encontraba estacionado a metros de nosotros. Como pude me arrastré por el suelo, dirigiéndome hacia Roque. Ignoraba todo el dolor que sentía por todo mi cuerpo e intenté ir lo más rápido posible. Cuando llegué hasta él me dolió ver sus hermosos ojos azules cerrados, toda la alegría que lo alumbraba ahora se había apagado...

— Roq... Roque —lo llamé mientras acariciaba su rostro lleno de sangre. — Roque, por favor... abre los ojos... — mi vista estaba borrosa, a causa de las lágrimas. No obtener ningún tipo de reacción de su parte me ponía triste, me asustaba.

Roque no se movía y el saber que el individuo que ocasionó nuestra caída estaba a unos metros, me hacía entrar en pánico. Quise estirar un poco más el brazo para comprobar su pulso pero al intentarlo, un agudo dolor me lo impidió, logrando solamente sacarme un gemido de dolor.

De repente unos pasos se escucharon detrás de nosotros y el miedo se hizo aún más grande de lo que ya era. Estaba aterrada porque el maldito dueño del coche quisiera acabar con nosotros.

Como pude giré a ver en dirección del individuo y al comprobar de quien se trataba, mis ojos se abrieron exageradamente, tanto por la desagradable sorpresa, como por el terror que sentía. Entonces me arrepentí tanto... me arrepiento de haber cogido la moto y habernos alejado, me arrepiento de haber traído conmigo a Roque, pero sobre todo, me arrepiento de haber metido a mi vida a un lunático como el que estaba frente a nosotros. Paul.

Después de meses sin saber de él, rezando cada día por no encontrármelo, queriendo liberarme de sus demonios que me perjudicaban tan dolorosa y amargamente, ahora lo tenía delante de mí, otra vez. Lo peor de todo es que arrastré a nuestro desagradable encuentro a mi pobre Roque, el cual se vio perjudicado.

— Mi hermosa Fabiola — habló mientras se acerca más a nosotros. — ¿Me echaste de menos? — su tono de voz logró erizar todo mi cuerpo...

Las lágrimas fueron incapaces de mantenerse guardadas, caían libremente, dejando a relucir lo que realmente sentía; miedo, mucho miedo.

He intentado todo este tiempo ser fuerte, restaurarme y crear una nueva versión de mí, para finalmente volver a tenerlo delante, sintiéndome vulnerable ante su presencia. Paul sabe el poder que tiene sobre mí y aunque deseo quitárselo, él tiene el control.

— Paul... por favor... —supliqué en apenas un susurro, mientras lo miraba pararse a unos centímetros de mí.

— Una vez fallé —dijo mientras se inclinaba sobre sus rodillas. — Pero juro que esta vez te mataré — finalizó con una sonrisa tan llena de cinismo.

No podía hacer nada más que llorar. Siempre odie ser tan débil frente a él, pero era porque lo conocía y sabía que todo lo que decía tenía que tomarlo enserio. Más de una vez demostró lo enserio que hablaba...

Falsas Verdades (TERMINADA)Where stories live. Discover now