Capítulo 48

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NARRA LUCA

Me costó la misma vida hacer que Fabiola se calmara. El oír las palabras de Mario la hicieron enloquecer, no paraba de llorar y gritar. La entendía, pero no podía quedarme con ella cuando mi hermano estaba desaparecido.

Finalmente acabé obligándola a tomar una pastilla del sueño, la acompañé a la habitación y la dejé al cuidado de Eli y Roque.

Junto a Axel y Donato fuimos a hablar con Mario, el cual no pudo soportar más de pie y lo llevaron rápido a una habitación.

Esta fue la gota que colmó el vaso, realmente se había ido a la mierda todo. Sabía quién era el culpable de todo, pues no había nadie tan psicópata que se atrevería a tanto. Igualmente, quería que Mario me explicara sobre la trampa que mencionó.

Entramos con cuidado a la habitación, encontrándonos con el cuerpo malherido de Mario recostado en la cama. Era una mierda tener que verlo en esta situación, y como él muchos hermanos, desgraciadamente.

— ¿Cómo está? —le pregunté a Noa, la cual se estaba encargando de su cuidado.

— Mal —respondió mientras cerraba el botiquín. — La explosión le pillo demasiado cerca, ocasionándole heridas bastante grabes.

— Necesito hablar con él — solo Mario podía dar respuestas a las miles de preguntas que tenía.

— ¿Sabes lo que nos costó lograr que se recostara en la cama? El cabezota quería ayudar a pesar de su mal estado — no me sorprendía eso pues así eran nuestros hombres, solo la muerte los paraba.

— No te preocupes, será algo rápido — respondió Axel. Noa no dijo nada, simplemente se resignó y salió dándonos privacidad.

— Luca... — la débil voz de Mario se hizo presente entre el silencio.

— ¿Solo lo saludos a él? Que irrespetuoso —era impresionante como Axel mantenía el estado de humor, a pesar de lo mal que iba todo. — Hermano mío sufro mucho al verte así — dijo se lanzó a abrazarlo.

— Imbécil, aléjate — se apresuró Donato de alejar a Axel de Mario. — No necesitamos que se ponga peor por tu culpa.

— Mario necesito hablar contigo — intervine entre sus tonterías.

El tiempo era oro y no podía seguir malgastándolo. Tenía que averiguar el paradero de Nadir.

— Fueron ellos... Paul e Ian. — maldita mierda.

El desgraciado había vuelto a aparecer, y esta vez de la peor manera. Llevo mucho tiempo conteniéndome para no ir a matarlo. Intenté no intervenir en el trabajo de Enzo y los oficiales, confiando en que ellos podrían pararlo, pero se ve que me equivoqué. Tuve que haberle puesto fin hace mucho.

Para rematar el maldito traidor de Ian se había aliado con Paul, a pesar de saber todo por lo que pasó Fabiola, a pesar de las mierdas que nos hizo, fue tan cabrón de irse con él. Por eso y más es que no planeo tener piedad cuando lo pille.

— Perro traidor... — pronunció Donato, lleno de rabia hacia Ian.

— Lo tratamos como un hermano y nos lo pagó de la peor forma — dijo Axel triste.

Axel es una persona que no tiene odio en su corazón, no es rencoroso ni vengativo. Siempre intenta trasmitirnos su positivismo, pero sé que con este tema le cuesta incluso a él mantener la calma, pues no se esperaba tal traición, nadie nos lo esperábamos.

— La explosión pasó a kilómetros del club — incluí al darme cuenta de ese detalle. — ¿A dónde ibais?

— Solo pensamos en el bien del club — su voz sonaba débil, pero a este punto dejé de sentir lástima, pues sabía que no me iba a gustar nada lo que iba a decir.

— ¿Qué ibas a hacer Mario?

— Planeábamos acabar con ellos esta misma noche.

— ¡¿QUÉ?! —exclamaron Donato y Axel a la par.

— Genial... ¡Sois unos genios! —exclamé irónico, mientras aplaudía su estupidez.

Yo mismo le pregunté a Nadir si planeaba hacer algo y me dijo que no. Me vio la cara de estúpido e hizo después lo que quiso.

— ¿Qué haremos? — preguntó Donato.

No tenía respuesta, no sabía cómo carajo ubicarlos. Esto era una jodida mierda y no tenía idea de cómo solucionarlo.

— Iremos a por ellos — respondió Mario, haciéndome perder más la cordura.

— ¡¿CÓMO?! ¡¿ACASO POR ARTE DE MAGIA ENCONTRAREMOS EL AGUJERO DONDE SE METIERON?!

— ¿Crees que no pensé en que algo podría pasar? — preguntó mientras intentaba incorporarse en su lugar. — Aunque intenten acabar conmigo, jamás nadie podrán vencer mi inteligencia — dijo, para entonces empezar a narrar lo que tenía planeado.

Nos contó todo lo que había estado organizando con Nadir; el tiempo que llevaban vigilando a Paul, la llamada con Ian, el ataque que planeaban hacer, el chip que se le ocurrió poner en el chaleco del jefe tras el parche de presidente... todo.

Si ese chip no se llegó a romper en la explosión, podríamos llegar al paradero de Nadir. Solo pido encontrarlo bien, y con vida.

No estaba loco como para mandar a nuestra gente a la muerte después de ver que los psicópatas andan disparando como locos, pero algo tenía que hacer, y debía hacerlo rápido.

Era una cuenta atrás, en donde mucho estaba en juego. Tenía que pensar rápido y con astucia.

Rápido mandé a Donato a reunir a los hombres que no fueron heridos y juntos pensar en la mejor opción.

Ellos encendieron las llamas del infierno, pero no seremos nosotros los que nos quemaremos. 

Falsas Verdades (TERMINADA)Where stories live. Discover now