Capítulo 23 - Definitivamente un oso.

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En la noche los jardines eran iluminados por unos pequeños faroles ubicados de forma estratégica para que a los visitantes les fuera fácil recorrer los caminos y los puntos importantes del sector sin perderse.

Tanto Wei Wuxian como Jiang Cheng en algún punto del recorrido se sintieron incapaces de seguirle el ritmo a los hermanos Lan que incluso cuando podían ir mucho más adelante si hubieran querido, se quedaban dando pequeñas vueltas entre los arbustos al verse incapaces de dejar a Wei Ying y a Jiang Cheng demasiado atrás o fuera del alcance de su vista.

Los jades de Lan se apoyaron el uno contra el otro de forma inusualmente poco uniforme.

Atrás de ellos, Wei Ying y Jiang Cheng se balancearon más constantemente como si en cualquier instante fueran a caer de cara o trasero contra el suelo por la falta de equilibrio.

A diferencia de los Lan, ambos hermanos tenían bastante resistencia al alcohol, sin embargo, de lo que fuera que estuviera hecho el brebaje que bebieron, definitivamente había superado con creces sus anteriores experiencias con aquellas bebidas.

Jiang Cheng miró hacia el frente un tanto fastidiado de su penosa situación.

¿Qué tan lejos querían ir los Lan para usar esa maldita piedra deforme y quemar los inciensos?

—¿Qué haces siguiendo a Lan Xichen? —Wei Ying levantó una de sus cejas y curvó sus labios en una sonrisa divertida. —¿Ya no puedes decirle que no al amor de tu vida?

Jiang Cheng frunció el ceño de manera molesta más por el hecho de no haber podido negarle el capricho a Lan Xichen y estar caminando lastimosamente por el jardín que por el apodo cariñoso que Wei Ying usó para dirigirse al presidente estudiantil.

—Tú eres el que está persiguiendo a Lan Wangji.

—¿Y tú amablemente me acompañas? No me hagas reír—sonrió Wei Ying tratando de encontrar a qué parte del jardín habían ido ambos jades de Lan.

Miró al frente buscando la silueta de Lan Zhan una vez más, pero nada, se había esfumado en el aire o se había convertido en un árbol.

Para su desgracia y remarcando el hecho que el blanco es un color que resaltaría bastante entre tanto verdor, Wei Ying fue incapaz de encontrarlos en su segunda expedición al terreno.

Sorprendente, ambos hermanos no se veían por ningún lado a pesar que hace tan solo unos instantes se tambaleaban torpemente a unos cuantos metros delante de Wei Wuxian y Jiang Wanyin.

—¿Dónde demonios se fueron? ¿Debajo de la tierra? —Wei Wuxian se inclinó hasta que sus rodillas tocaron el suelo.

Empezó a palpar el cuidado césped buscando un lugar donde ambos Lan se hubieran podido enterrar como unos blancos nabos apuestos.

—¿Eres imbécil? No pudieron meterse bajo la tierra en tan solo segundos, no son unos malditos topos para tener túneles ocultos en todo el jardín...—incluso con su potente afirmación y por producto de la borrachera, Jiang Cheng también le dedicó una pequeña mirada al suelo en búsqueda de tierra removida o algún agujero.

Wei Ying entrecerró los ojos deduciendo que su hermano menor efectivamente tenía razón y desconociendo por completo el cómo una idea tan disparatada y ridícula le pareció coherente hace unos instantes.

–Wei Ying—la voz de Lan Zhan resonó desde un lugar completamente diferente a donde estaba dirigida la atención de los dos jóvenes que se habían quedado atrás mirando unos gusanitos que transportaban hojitas hacia un agujero.

Wei Ying alzó la vista directo hacia el cielo, estaba seguro que de allí provenía la voz de Lan Zhan.

—¡¡Jiang Cheng!!— Lan Xichen fue incluso más ruidoso al gritar. Fue como si su tono normal de voz hubiera aumentando uno que otro decibel al hablar.

Traductor de hermanosWhere stories live. Discover now