Capítulo 25 - Lo que fue olvidado.

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Wei Ying abrió los ojos y lo primero que se encontró fue con un gran e imponente muñeco de nieve que le doblaba el tamaño con facilidad.

—Esto es algo... raro...

¿Por qué era tan grande? ¿El muñeco era demasiado grande o él era muy pequeño?

¿Así es como se sentían en la película las pequeñas niñas frente a Totoro?

Por alguna razón, Wei Wuxian sintió que estaba más bajito de lo que suele ser cuando estiró uno de sus brazos para medir el muñeco e imaginarse su tamaño, sin embargo, también dedujo que tampoco podía ser tan alto si apenas tenía ocho años.

El muñeco de nieve era imponente, aunque claramente nada aterrador, bien moldeado e incluso un tanto atípico a los que ha visto a través de los años.

Tenía la base genérica de los muñecos de nieve. Una esfera grande para la panza y una más pequeña para la cabeza, sin embargo, detrás de él, se encontraba otra pequeña esfera haciendo de cola.

No había zanahoria para la nariz, más bien, un montón de ramitas hacían de bigotes y unas piedras oscuras tomaban el lugar de una nariz y dos ojos.

—Un conejo...—el toque final que lo hacía prácticamente inconfundible con algo más eran las orejitas sobre la cabeza y que la zanahoria que debía hacer de nariz estaba sobre una de las improvisadas patas del conejo.

Era un enorme muñeco de nieve en forma de conejito.

Miró hacia otro lado, a su derecha. Allí, un incluso más enorme portón que se le hacía extrañamente familiar permanecía cerrado.

También volteó hacia atrás y las calles completamente sepultadas en la blanca nieve lograron que una extraña nostalgia se apoderada de él.

Cuando estuvo a punto de buscar el camino de vuelta a casa donde lo esperaban sus padres y sus dos hermanos, el crujir proveniente del portón delante suyo y su inexistente sentido de conservación logró mantenerlo en su sitio expectante de qué habría detrás de esa imponente puerta.

Esperó un gigante enorme con una larga barba anaranjada y un taparrabos. Un ser tan aterrador y barbárico que fuera digno de mover la pesada puerta con tan solo un brazo y sin una gota de sudor, sin embargo, detrás de la puerta y luego de todos los innecesarios ruidos que emitió el portón, solo apareció un chico un poco más alto que él que parecía claramente el niño que usarían de sacrificio a la bestia detrás de la puerta.

Traje antiguo de drama de televisión, tan blanco como la misma nieve, incluso una extraña cinta sobre su cabeza.

Ese niño definitivamente era el sacrificio.

Miró a todos lados buscando quién había abierto la puerta, pero por más que miraba solo estaba ese extraño chico.

Probablemente era el niño más lindo que Wei Ying había visto en toda su vida solo por detrás de su adorable hermanito Jiang Cheng.

En realidad, muy secretamente, quizás ese chico frente suyo fuera un poquitito más bonito que Jiang Cheng, pero su hermanito gana un pequeño plus por ser familia, así que, por el momento, sus hermanos seguían siendo los niños más bonitos para Wei Wuxian.

Seguramente, ese niño bonito solo estaba allí para poner a prueba el incondicional amor que le tiene a sus hermanos.

El chico se movió en medio del delirio de Wei Wuxian alertándolo un poco.

Wei Ying quien había cambiado de parecer al no ver ningún gigante colorín detrás del muchacho en túnicas fácilmente podría creer que era un pequeño príncipe de las nieves.

Traductor de hermanosWhere stories live. Discover now