Traductor de hermanos

Capítulo 16 - Caleidoscopio.

La cama comenzó a crujir más de la cuenta por los incesantes saltos que Wei Ying daba cada vez que sus quejumbrosos quejidos eran ignorados por su hermano menor. Jiang Cheng, quien trataba con infinita paciencia de concentrarse en una de las últimas pruebas que tendrían antes de que las vacaciones y la salida al embarcadero de loto se llevara a cabo solo pudo suspirar con pesar.

—Mira desgraciado...—le advirtió con su frasco de paciencia destrozado en el suelo —Si a ti se te hace fácil el examen de mañana, está bien. Pero, por favor, ¿Podrías dejarme en paz?

Wei Ying, ignorando totalmente la petición y haciendo oídos sordos sonrió porque por fin su hermano había despegado su rostro del escritorio y se había volteado para encararlo.

—¿Revisaste las ubicaciones para la salida? ¿Lo hiciste? —preguntó con dramatismo apretando un poco los papeles y el listado del personal que se encargaría del viaje aún rebotando sobre la cama de Jiang Cheng—¿Jin Zixuan? ¿Yo y Jin Zixuan? ¿Respirando el mismo oxigeno? ¡Esto es un viaje de placer, no de tortura!

¿Por qué no podía tener un compañero de cuarto más agradable?

Al pensarlo, instantáneamente imaginó a Lan Zhan ordenando las sábanas de la cama por tonos de colores y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Ir con él hubiera sido agradable, pero desechó un poco la idea por la distancia que debía mantener para que su amistad no se viera perjudicada con el pasar del tiempo.

Su segunda opción era estar al menos con Jiang Cheng, sabe lidiar con él, y aunque es cierto que podría levantarse una mañana con Jiang Cheng presionándole una almohada contra el rostro, aún era mejor que el horrible e incómodo escenario que se visualizó en su cabeza estando una semana entera con Jin Zixuan.

Jiang Cheng lo miró en silencio sin poder creer que tendría que echar a su hermano a patadas a pesar que ya tenían diecisiete años y este tipo de problemas ya no deberían ser así de recurrentes.

—Tengo que estudiar —insistió una vez más para que luego no lo tildaran a él de agresivo.

Si se lo pide amablemente dos veces y Wei Ying no cooperaba, usar la violencia era justo y necesario.

—Ah claro, como a ti te toca con Lan Xichen de seguro estás más que contento—exclamó sin pensar demasiado en lo que había dicho. Era como si en aquel momento solo dos neuronas hubieran estado haciendo sinapsis y las demás solo se dedicaban a apagarse pensando en lo terrible que era pasar horas al lado de Jin Zixuan, y luego, cuando llegara el momento, esas horas se volverían semanas en la misma habitación.

Se congeló al darse cuenta de sus descuidadas palabras casi queriendo llevarse las manos sobre la boca. Trató de mantener la sonrisa para que su hermano pensara que era un comentario vacío solo para molestarlo y no porque supiera realmente de su relación secreta e ilegal con el presidente estudiantil.

Mientras se reía, Jiang Cheng se levantó de la silla de su escritorio como si lo hubiera poseído un espíritu maligno. Su rostro estaba pálido pero sus pasos eran veloces cuando llegó hasta Wei Ying.

—Entonces, estás inte-...—antes de que pudiera terminar la otra silaba de su humilde palabra, Jiang Cheng le dio un despiadado golpe como si estuviera alejando a un molesto y simple mosquito terminando por arrebatarle los papeles y arrojarlo sobre la cama.

Recostado en la mullida superficie como una esposa maltratada, Wei Ying realmente no entendía cómo Lan Xichen podía estar saliendo con ese monstruo que tiene de hermano. Es cierto que Jiang Cheng tiene un lado lindo que le muestra a cierto tipo de gente, muy rara vez a Wei Ying, siempre a Jiang Yanli y quizás a algún cachorro que sea de su agrado, pero aún ahora, siempre que menciona a Lan Xichen o algo similar se erizaba como un gato a la defensiva, desviando el tema, apretando el ceño o escondiendo un poco su rostro para que Wei Wuxian no pudiera leerlo.