Capítulo 7 - Jardín de flores.

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Las escenas pasaban una tras otra como si cada pestañeo que diera creara una imagen nueva y diferente.

Lan Xichen sintió su cabeza dar vueltas, su garganta seca. La sensación de estar ahogándose no se disipó en ningún momento.

Frente a él, entre sus piernas, la silueta desnuda lo provocó intencionalmente.

El apuesto joven cayó sobre sus caderas con fuerza mientras suaves y roncos gemidos escapaban de su garganta de forma armónica y sensual siguiendo un patrón suave y profundo.

Cada movimiento del menor fue seguido atentamente por los ansiosos ojos de Lan Xichen quien se contuvo en deseo segundo tras segundo sintiendo como la apretada abertura rosada lo comprimía hasta un punto casi desesperante. El lugar donde su cuerpo se unía al de Jiang Cheng era cálido, húmedo, apretado y placentero.

El contacto era íntimo y único.

Lan Xichen creía que podía vivir sin eso, sin necesitar tocarlo, sin necesitar deslizarse entre aquellas esbeltas piernas, empujar, entrar en aquel cuerpo y conectarse, pero en cada balanceo se ahogaba en deseo y escalofríos dándose cuenta de su ingenuidad.

Como un adicto, deseaba devorar y consumir todo de Jiang Cheng.

Lan Xichen adoraba la forma en que Jiang Cheng lo miraba, su forma de suspirar, su forma de jadear y hablar entrecortado regañándolo en el acto, adoraba el níveo cuerpo del menor volverse rojizo y sensible bajo sus dientes. Adoraba los labios húmedos e hinchados anhelantes por otro beso.

Amaba como fruncía el ceño cada vez que se inclinaba a besarlo pero también abría sutilmente su boca para dejarlo entrar por un beso que les tomaría décadas querer terminar.

—Jiang Cheng...—murmuró conteniendo el aliento sin poder moverse, apretando los labios al verse doblegado por las exigentes peticiones de su pareja.

—¿Qué tan profundo quieres llegar? —susurró el menor con la voz ronca y húmeda tocándose por debajo del ombligo insinuando una sonrisa.

Miró fijamente a Lan Xichen para pasar a presionar su estómago con la punta de sus dedos para mostrarle a Lan Xichen aquella zona abultada en su vientre que detallaba con cierto morbo qué tan profundo había llegado dentro de su cuerpo.

—Aquí...—por fin, Lan Xichen levantó sus manos apoyando sus dedos justo donde se encontraba el agitado pecho de Jiang Cheng.

Su corazón latía con fuerza y una sonrisa coqueta escapó del rostro del menor.

—Me refería a tu pe-

Antes de que malas palabras pudieran salir de la sucia boca de Jiang Cheng, el mayor de los Lan lo abrazó con dulzura ciñendo su cintura con los brazos haciendo que sus estómagos se tocaran con gentileza.

Aún estaban conectados y sus alientos eran húmedos y sedientos.

—Quiero llegar a lo más profundo de tu corazón —insistió con ternura, provocando que Jiang Cheng se contrajera un poco al rededor de él y desviara su rostro un poco apenado.

—¿Estás enamorado de mí? —su voz antes osada y coqueta se volvió ligeramente más suave.

—Demasiado —aceptó con una sutil sonrisa dejando un apacible beso en el cuello de Jiang Cheng.

—¿Desde cuándo? —gruñó suavecito cuando sintió otro beso esta vez en su pecho.

—Mucho pero mucho tiempo. Creo que te amé incluso en mi vida pasada.

—Si es así, ¿Recuerdas la primera vez que nos besamos?

Lan Xichen sonrió risueño, besando a Jiang Cheng nuevamente en la parte izquierda de su cuello.

Traductor de hermanosWhere stories live. Discover now