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Loco de circo:
Ponte algo lindo, paso
por ti a las 9

Escuché el sonido de notificación y automaticamente deseé no haberlo hecho.

Llegué a casa cansado después del acontecimiento en la florería. El recuerdo de lo sucedido vino a mi mente, de como él llegó y golpeó a Inasa así de la nada, solo porque sí.

«Está loco.»

Al entrar a mi hogar, fui directo a la cocima, para calentar la comida que mi madre me dejó para el almuerzo y me tiré a la cama. Me mantuve con los ojos cerrados un rato, intentando conciliar el sueño, pero el solo pensar que Katsuki puede llegar en cualquier momento me pone nervioso.

Deku lechuga:
No iré contigo a ningún
lado, deja de acosarme.

Por tu culpa me despidieron, jod*te.

Su repuesta no tardó más de unos segundos, a pesar de que la mía si demora altededor de media hora.

Loco de circo:
Recuerda que los
accidentes pasan ;)

Si de por sí sus métodos para verme eran poco éticos y descabellados, sin duda este fue el más sucio de todos. No puedo creer que me amenace de ese modo tan... pasivo-agresivo. Eso sí fue caer bajo.

No hubo una respuesta de mi parte, me quedé tirado boca arriba, dándome cuenta de lo interesante que es mi techo blanco... Creo que debería agregarle algunos stickers y adornos, está más soso que las sopas de mi difunta abuelita que en paz descanse.

¿Qué hago ahora? No quiero ir, por culpa de ese imbécil me quedé sin trabajo, Inasa tal vez no quiera ni saber de mi existencia. Pero si no voy, ese demente puede hacerle algo a mi madre, y es precisamente lo que debo evitar.

¿A quién engaño? Quiero verlo, pero que se quede quieto en un solo sitio, callado, sin amenazas, ideas descabelladas ni propjestas indecentes que impliquen a mi persona y/o nuestros órganos sexuales. Y sin el ceño fruncido, sobretodo eso.

No puedo negar que es bastante apuesto, más que la media. Se sale un poco del montón, con ese cabello en puntas color cenizo y orbes rubí.

»¿Qué hago?«

Ya son las 8:30pm, así que dejo de planificar que figuras voy a comprar para el techo y me levanto de la cama. Camino lentamente hasta mi closet y me pongo mi sudadera favorita, esa que es color verde claro y tiene un trébol de cuatro hojas dibujado. Es una cuantas tallas más grande, y hay calor, pero soy bastante cabeza dura. La combino con un mono deportivo negro y mis clásicos tenis rojos, me encantan.

Así está bien.

No voy ni a intentar peinarme, al paso de los años me fui dando cuenta que era imposible y desistí de ello.

Mi teléfono sonó, era Ochako. Lo dejé sonar hasta que mi amiga castaña se rindió, sé lo que quiere y... No.

El timbre volvió a sonar, pero esta vez era un mensaje.

Loco de circo:
Abre la puerta.

Respiré hondo con el fin de calmarme y, al girar el pomo de la puerta de mi habitación, ahí estaba él.

-Cuando dijiste "abre la puerta" -hablé haciendo comillas -, pensé que te referías a la puerta de la casa como la gente normal, no la de mi cuarto.

El Asesino De Mi Inocencia [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora