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-Estamos jodidos.

-No del todo. Algo están buscando, algo que aún no tienen.

-A mí. O quizás a Izu-chan. No lo sabemos, tal vez a ambos. Pero... Si yo estoy aquí...

-¡Ashido-san!

Izuku entró pateando la puerta, estaba agitado y le faltaba la respiración. Llevaba puesta la capucha de su sudadera negra. Su rostro estaba rojo de tanto correr y sentía las gotas de sudor en su espalda y frente. La mirada de todos era sencillamente expectante.

-¡Deku! -gritó la morena y corrió s abrazar al pecoso -¡Nos tenías preocupados!

-Yo... Yo casi... ¿Rindo-san?

-Larga historia. ¿¡Pero dónde estabas!? Te estábamos buscando, casi nos da un infarto de la preocupación.

Mina no obtuvo respuesta, mas Denki le llevó un vaso de agua al peliverde.

-Bien, al menos ahora sabemos lo que están buscando, o sea, a ambos. Si no han venido aquí es que no saben que estamos aquí.

-¿Pero qué está pasando? Oigan, mi casa... Mi mamá no está, ella salió, ¿y si le pasó algo?

-Shōto, pon a Deku en contexto de la situación. Rindo, ¿podrías preparar algo para cenar? Tenemos que salir en un rato y no nos conviene pasar hambre. Denki, ve a alistar todo, Eijirō, duerme un rato, te vendrá bien.

-Si claro, tantas órdenes y tú, ¿qué haces? ¿Rascarte la pussy? No mi ciela, usted también tiene cosas que hacer.

-Ah ah -expresó Mina en forma de negación ante lo que dijo Kaminari -, nosotros somos el cerebro aquí, por lo visto YaoMomo piensa más que tú. Por cierto, Sero, tú ve a hablar con Monoma, esa está de seguro sabe algo.

Cada quién fue a hacer lo que Ashido le ordenó, dejando a las chicas con Sero en el salón de la casa.

15:08

El plan estaba hecho y los chicos estaban listos. ¿El plan? Fácil: infiltrar a Hakayama y que está informará a Bakugō y la señora Midoriya de que estaban allí para que hicieran lo posible por salir mientras ellos entraban.

La única observación que hicieron fue proteger a Izuku, quién se negó a quedarse de brazos cruzados, y a Yaoyorozu, que expresó abiertamente que no esperaría en casa sola.

Kaminari llevaba un botiquín completo en el maletero del auto "por si acaso". Cabe recalcar que ni siquiera cabían todos allí, de hecho, Denki iba sentado sobre Eijirō, Mina sobre Sero y Mitsuki conducía entre todo esto.

16:47

Llegaron al sitio que les sopló Monoma luego de una relajante sesión de charla en la que Sero sostenía pacíficamente una navaja en su mano derecha y con la izquierda el cuello de la camisa del rubio. Aparcaron tras unos arbustos, los únicos de la zona quizás.

-Muy humildes con la decoración.

-Sí, he oído que plantar flores es ilegal por acá.

-¿En serio? -preguntó Kaminari ante la respuesta que Sero le dio a Mina.

-No.

Y siguieron caminando con cierta cautela bajo la atenta mirada de Denki, que los veía con frustración e impotencia.

-Oigan, se olvidan de algo.

El Asesino De Mi Inocencia [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora