《32》

573 95 16
                                    

HWASA

  Ya íbamos aproximadamente 1 semana sin hablarnos. No aguantaba más. Iba a encarar a esa maldita cara de papa.

— Wheein tonta, te odio – Decía entre dientes, mientras llegaba al trabajo.

  Al entrar vi que todos estaban con una mirada preocupada y la señora Jung lloraba desesperada.

— ¿Qué sucedió? – Me animé a preguntar. Ahí me di cuenta que faltaba la hija mayor entre ellos, mi cara cambió totalmente.

— Wheein tuvo un accidente esta mañana cuando estábamos desayunando. La comida tenía atún y mi niña es alérgica al pescado en general.

Dios mío, se sintió como mi corazón se apretaba y palidecí. Yo había preparado sándwiches de atún la noche anterior para el desayuno/merienda de los menores de la casa. Todo ese lío fue mi culpa.

—¿ Y quién está con ella en el hospital?– Pregunté nerviosa, casi temblando.

— Nadie ahora, vinimos aquí a cambiarnos y decirte que estás despedida– Sinceramente quería reclamar, pero también sentía culpa por un lado. Igualmente pudieron avisarme las alergias de esa problemática familia.

Que frustración, con lo mucho que me costó encontrar trabajo.

— Entiendo, no se preocupe. Gracias por dejarme trabajar aquí y disculpe los problemas que causé– Bajé la cabeza como en reverencia y salí de la casa. Apenas abrí la puerta, mis ojos se llenaron de lágrimas— Estúpida Wheein.

  Iba a volver a casa, pero no hubiera sido correcto. Me puse en cuclillas y saqué mi celular para escribirle a Wheein. Me contestaría cuando ya estuviera estable otravez.

  Le puse primeramente que lo sentía y luego si quetal estaba. Ni siquiera escribir correctamente se me daba porque tenía miedo de su respuesta. Una hora pasó y ella contestó mi chat con un "ven a verme y te cuento mejor". Quería gritar, ¿no estaba enojada conmigo?

  Le pedí la dirección y salí a todo rumbo. Al llegar casi no me dejan entrar, pero por lo visto el papá de ella era reconocido en el hospital. Por lo que me permitieron 15 minutos.

— Wheenie... – Estaba llorando otravez, parecía una niña. Me hizo una seña para que me siente a su lado, lo hice sin dudarlo.

Me pegó tal golpe en el hombro al sentarme, que en serio dudé que de verdad estuviera intoxicada.

— ¿Y eso? – Dije frotando mi hombro por mientras.

— Para que te hagas una idea de lo mal que me caes.

— Tú no te estás quedando atrás, eh.

  De repente soltó una carcajada, y de sus hermosos labios salió un "te extrañé muchísimo".

— Yo igual – Le sostuve la mano y al rato recordé que me habían despedido— Pero vas a seguir extrañandome, porque tu mamá me despidió.

Se preocupó al instante, se me hacía tierna verla así por mí.

— No puede, no fue tu culpa nada de lo que pasó hoy. Por favor es injusta.

— Pensé lo mismo, pero también me siento culpable de cierta forma.

—¡No!– Dijo agitada. El silencio inundó la sala de repente y luego de unos segundos,ella volvió a hablar— No te preocupes, voy a razonar con mamá. Pero quiero algo a cambio.

Cuándo no, ¿en serio esta chica iba a la iglesia cada domingo? No se le notaba su expiación de pecados en lo absoluto.

—¿Qué? —Le pregunté algo curiosa.

— Vas a ser mi chico ideal. Quiero sentir lo que es tener un novio, pero como no me llama la atención ningún chico... tú actuarás como uno. Como mi novio ideal.

De verdad que el atún le afectó el cerebro. Obviamente me iba a negar.

— Si no lo haces, te voy a denunciar por lo que sucedió hoy.

Mostrando sus felinos dientes, como si hubiera ganado una apuesta, me escuchó decir "acepto". Su sonrisa no se le borraba más. Yo solo podía sentir que cada vez mi trabajo sería más denso.

Yo no deseé esto[Moonsun]Where stories live. Discover now