《44》

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Y comenzamos con la actualización diaria...

SOLAR

   Parecía un cuento de hadas, tuve el valor de decirle algo así de enorme y para mí era una locura.

¿Qué diría mamá al verme con una mujer? ¿O mí hermano? No pensé en nada de eso cuando la tenía a ella frente a mí.

El resto de la noche no pudimos dormir, avisé a mi hermano que llegaría a la casa por la mañana y recorrimos alrededor de los locales de comida y demás hasta las tres de la madrugada.

  Estábamos de camino a su casa, agarradas de la mano. Moonbyul aún parecía bastante tímida con todo, sorprendentemente yo estaba calmada.

Su simple existencia me daba paz.

Llegamos.

— Buenas noches, Yongsunnie— Habló por fin, acostándose en su cama y haciéndome lugar para dormir a su lado.

— Buenas noches, mi vida.

  El día después de eso, desayunamos las cuatro juntas. Hyejin y Wheein no podían parar de reír por la forma tan cómica en la que conté como Lisa tomó mi celular para llamarla y hacerme quedar en ridículo.

— Am, ya que estamos reunidas acá, queremos contarles algo que estuvimos pensando con Hyejin— Habló la de ojos felinos y codeó a la morena para que continuara.

Todas dejamos la risa de lado y prestamos atención.

— Vamos a mudarnos a un departamento juntas, encontramos uno barato en otra ciudad y pues...

—¿Se van?— Preguntó Moonbyul con la mirada triste. Al parecer en serio quería demasiado a Hyejin.

— De verdad te agradecemos todo lo que hiciste por nosotras, Byulyi, todo lo que hiciste por mí. Pero es hora de que nosotras sigamos nuestro camino aparte, ya no tenemos nada qué perder.

— Además, siempre quise conocer esa ciudad y encontrar departamentos baratos no es nada fácil— Habló emocionada Wheein.

— Está bien— Se convenció Moonbyul y forzó una sonrisa ligera— Pero no olviden visitarnos de vez en cuando y llamarnos para saber cómo están.

— Eso obvio— Hyejin se levantó de la mesa y abrazó a su amiga por detrás. Mientras Wheein y yo comenzamos a recoger los platos.

A la tarde fui a inscribirme a la universidad de artes, mi sueño siempre fue pintar enormes cuadros y colgarlos en algún museo o algo así. Se suponía que Wheein entraría conmigo para estudiar canto y composición más adentrado, pero ahora que se muda de ciudad me quedaría sola.

— Perdóname por esto Sunnie, pero te juro que quiero alejarme de esta ciudad. Ya no puedo ir ni a la iglesia porque allí están mis padres y el resto señalandome por vivir con Hyejin.

— No te preocupes, si yo pudiera también me iría lejos con Moonbyul. — Le acaricié la cabeza, como para tranquilizarla.

— Así que,¿por eso me hiciste preguntas tan raras aquel día? — La vergüenza se apoderó de mí al recordarlo. No pude decir nada, y ella se echó a reír— Al menos te funcionó, mírate de novia con tu mejor amiga.

  Allí entré en razón, Moonbyul ya no era mi mejor amiga... ahora era mi novia. Las vueltas y vueltas que le di al asunto, nunca me hicieron pensar en que talvez esto no funcione.

¿Qué pasaría si llegáramos a terminar?¿Y si Moonbyul se aburre de mí?¿O si por algún error volvemos esto un noviazgo tóxico y horrible? Todo se me juntó en la cabeza. Me valía que mi madre o mi hermano se enojaran conmigo, mi nueva preocupación era decepcionar a Byul.

—¿En qué estás pensando tanto, Sunnie?— Volví a prestar atención a mi alrededor , y negué con la cabeza.

— No era nada importante, tonterías mías.

Wheein me miró sin creérselo del todo, pero aún así siguió caminando. El resto del día fuimos a buscar para mí trabajo.

— ¡Ay estoy exhausta! — Exclamó, tirándose a la cama que compartía con Hyejin. Me serví un poco de agua y volví a la habitación para sentarme a la orilla de la cama y agradecerle el haberme acompañado.

— Gracias, corazón de melón.

La chica se sentó a mi lado rápidamente y tomó mis manos para ponerlos cerca de su rostro.

— Prométeme que vas a ser muy feliz y no te va a importar lo que los demás digan, no todo es como nos pintaron de niñas y creo que lo sabes. ¿Vas a estar bien sin mí?

— No lo sé ... — Las ganas de llorar se apoderaron de mí, era demasiado sensible con las despedidas. Mi padre murió, ya no veía a mi madre hace días, mis amigas de la iglesia se alejaron de mí y ahora Wheein se muda con su novia.

Moonbyul era la única que durante tantos años, al parecer no dudaba nunca en quedarse conmigo. En serio quería ser suficiente para ella.

La chica sentada a mi lado me abrazó, y escondí mi rostro en su pecho. Ella también estaba por llorar, solo no quería demostrarlo.

— Quiero que vivas libre como siempre quisiste, por favor Wheenie— La tomé con mis brazos por la cintura. Fue cómico en cierta parte, porque aún vendrían a vernos en las festividades y cosas así.

— Ahora lo soy, juro que nunca fui tan libre como ahora. Quiero lo mismo para tí.

    A los días se fueron. Yo pasé la semana en la casa de Moonbyul, haciéndole compañía mientras ella trataba de fingir ser fuerte. Ambas sabíamos que la partida de Hyejin le dolía demasiado.

—¿Les gustó?— Preguntó el papá de mi novia, refiriéndose a los huevos revueltos que había preparado para desayunar.

— Sí, está rico— Dije contenta.

— Gracias por la comida papá, intenta descansar hoy que tienes libre— Recomendó ella. Dandole un beso en la frente a él y uno en los labios a mí, se fue a trabajar. — ¡Tengan lindo día!

— ¡Igual, mi amor!— Cuando salió de la casa, me levanté de la mesa— Bien señor, yo también debo irme al trabajo. Cuídese mucho.

— Sí, ve hija. Yo me encargo de lavar los platos.

   Todo era tan pacífico y lindo. Me preocupaba echarlo a perder, pero demonios... Moonbyul Yi era mi novia, ¿qué podía salir mal si me conocía desde hace años?

Yo no deseé esto[Moonsun]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt