《48》

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SOLAR

Mi imparable búsqueda seguía, viajábamos donde las pistas nos llevaban a pesar de no encontrar nada.

Quería volverme loca ese maldito hijo de perra, y lo estaba consiguiendo.

— Sunnie, por lo menos come algo por favor— Insistía Wheein en la puerta de mi habitación. — Ya mañana volveremos a buscarla, nadie pierde las esperanzas.

No tenía ganas de contestar.

— Mira, Moonbyul se enojaria si te viera de esta forma, tienes que comer para estar fuerte y abrazarla cuando la veas. — Unos minutos luego de haber dicho eso, dejó la comida en la puerta de la habitación y sentí como se alejaba de ahí en silencio.

—¿Porqué mi paz nunca dura?

  Al día siguiente, a primera hora fuimos juntos a la estación de policías  nuevamente a ver si encontraron más pistas. Para mí fortuna sí.

— Encontramos algo bastante útil para la información: las llamadas que estuvo recibiendo Yongsun son desde zonas donde hay depósitos pesqueros abandonados , por lo que Lee Minho debería de tener alguna alianza con alguien dueño de esos lugares.

—¿Pero quién? — Pregunté.

El hombre nos explicó a Wheein, Hyejin, mi suegro y a mí sobre la teoría de los planes de Minho. Y su idea era que iríamos a revisar esos cuatro puntos del país.

— Por las dudas, y porque no sabemos quien apoya a Minho, recomiendo que seamos pocas personas quienes vayamos. Ya suficiente violé las normas de aquí dejándolos saber este plan. — Reclamó el oficial y su equipo asintió.

— Yo iré con usted, señor. Revisaremos las zonas sur y este, mientras que el resto del equipo revisará las zonas oeste y norte. — El hombre aún con la duda, asintió.

— Iremos cinco personas a revisar cada lugar. Unos entran a buscar por dentro y otros vigilan afuera. El resto ya sabe cómo manejarse.

— ¡Sí, señor! — Respondimos en conjunto.

Sentía a Moonbyul cerca de mí, sabía que estaríamos juntas muy pronto nuevamente.

Apagamos nuestros celulares, y los dejamos en la estación, para evitar rastreadores.

— Suerte Yongsunnie— Habló Hyejin, y las tres nos abrazamos— Cuídate mucho y no te alejes de tu equipo por favor.

— Igual ustedes, cuídense mis vidas.

Nos arrancamos en autos distintos. Yo fui con el oficial a cargo en el suyo.

— Eres muy valiente,¿sabes?— Me halagó el hombre. — Se ve que amas mucho a tu amiga para arriesgarte así por ella.

— Es mi novia.

Silencio. Era casi costumbre que las personas quedaran en silencio cuando decía eso, ¿por qué?

— Ah, disculpa.

  El resto del viaje, solo nos la pasamos mirando por el camino. Nadie decía una sola palabra.

— Bueno... ¿sabes qué lo que estoy haciendo está mal, no?

—¿Lo está?

— Sí, Yongsun. Yo no puedo andar por ahí metiendo a civiles en mis investigaciones. — Explicó como si fuera lo más obvio del mundo.

— Entonces, me estás dejando buscar a Moonbyul por...— Antes de que pudiera hablar, interrumpió.

— Me interesaste románticamente, pero viendo la situación supongo que no hay chance.

— No, no la hay— Hablé intentando sonar calmada, fue tan directo que en cierta parte me molestó.

  El camino siguió y por fin llegamos a la zona sur del país. Con mucha ayuda encontramos la parte donde supuestamente Moonbyul era amarrada e intentando no llorar fui a buscar pistas.

Recorrimos por todo el lugar, hasta que encontré en el centro restos de cabellos y una silla tirada.

Eran de Moonbyul, no tenía dudas para nada.

—Mi pobre chica, debió sufrir mucho luego de que le hicieran esto. — Me arrepentía mientras presionaba los restos de cabello contra mi pecho.

— La verdad luego de oír como la maltrataba durante todas las llamadas, me parece hasta muy pacífico que solo le haya cortado el cabello.

— Tú no lo entiendes, ella amaba su cabello. De todo lo que podía odiar de sí misma, eso estaba fuera de discusión.

— Lo siento, pero no me va lo sentimental. — Fingí no oírlo y guardé lo que pude de los cabellos de mi novia.

— No hay una mierda aquí.

  De una última vuelta al lugar, ambos nos convencimos de que allí no había nada. El oficial llamó por una radio de su auto al otro equipo y ellos dijeron que en la zona oeste y norte no había nada igualmente.

Solo quedaba la zona este, ahí tenían que estar.

— Esto va a ser más peligroso que antes, supongo. Quiero que te quedes en el auto, mientras los profesionales vamos a entrar al depósito abandonado.

— Ni de joda.

— No está a discusión, mujer.

  Y así nos pasamos todo el camino al último lugar dónde probablemente estaba ella.

  Paciencia mi linda Moon, juro que esta vez la búsqueda no será en vano.

(Capítulo sin editar, perdón es que estoy de viaje jsks)

Yo no deseé esto[Moonsun]Место, где живут истории. Откройте их для себя