《42》

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NARRADORA

El lugar se sentía húmedo, frío y con un horrible olor a pescado muerto.

A Minho le estaba siendo molesto en cierta parte haber ido allí, pero era necesario. Había cosas sin terminar entre él y Yongsun, no podía dejarla ir tan fácilmente.

—Sí ella no es mía, menos va a ser de esa marimacha perra- Comentaba al hombre sentado frente suyo mientras bebía de su botella de cerveza.

—¿Entonces el dinero es por este deposito y por el resto del trabajo?- El hombre era alto, con una contextura fuerte y al parecer dueño del deposito pesquero en el que se encontraban ahora charlando. Contaba el dinero que Minho le había entregado anteriormente y silenciosamente se levantó de su asiento.

— Al parecer estamos cerrando el trato, señor Son.

—Así es —Ambos hombres estrecharon sus manos y se dieron un apretón, para luego de unos segundos soltarse- Pero que quede claro, yo solo voy a hacer eso, después no me involucres en nada más. No quiero tener problemas con la policía.

— ¡Ya hombre! Lo sé, joder.

Por otro lado, Heechul se estaba dirigiendo a la casa de Yongsun para iniciar una pelea con su madre por la custodia de ella.

Si bien Yongsun ya era mayor de edad, aún no tenía lo básico para independizarse completamente de su familia, y ahí era donde el hermano entraba.

Llegó con unos camiones de mudanza y apenas saludó a su madre, dirigió a los hombres a la habitación de la menor para ir sacando todo sin previo aviso.

—¡¿Estás loco?!¡suelten las cosas de mi hija!

— Ella me dio el permiso, mamá. — Aunque pareciera mentira, no lo era del todo. Yongsun sabía que su hermano no se quedaría con los brazos cruzados luego de verla llorar aquel día, por lo que le escribió diciéndole que haga lo que le parezca correcto.

No tardó más en ir y sacar todo lo que sea de su hermanita de allí. Su madre entendía lo que estaba sucediendo, pero era terca como para dejar que todo fluya o aceptar que cometió bastantes errores.

La señora Kim gritaba, pataleaba y hacia berrinches intentando evitar que se lleven todo lo que pertenecía a su hija. No podían hacerle eso, Yongsun era su niña.

Se quedaría sola... de nuevo. Así como su marido la abandonó, así como su hijo la abandonó... ahora la abandonaría ella.

—Te prohíbo que saques las cosas de mi hija de aquí.

—Yongsun es mayor de edad, ella misma decidió ir conmigo. Ya no tienes poder sobre ella ni sobre mí, madre- Estaba por irse, cuando la mujer lo estironeó del brazo gritando.

—¡¿Me van a dejar sola?! Luego de todo lo que hice por ambos- Miró hacía abajo intentando victimizarse- Ustedes son mis hijos, no pueden hacerme algo así... yo los crié durante años.

— Estás cosechando lo que tú misma plantaste, buenas noches- Dijo con suma tranquilidad, soltandose del agarre y cerrando la puerta tras de sí.

Heechul solo podía pensar en la felicidad que sentiría su hermana por mudarse con ellos, sería una total paz para su vida. Aunque conociendo a Yongsun talvez volvería a buscar a su madre.

Tendría que pensar en qué decirle para que eso no ocurra.

— Qué hermana más cabeza dura.- Afirmó luego de un suspiro.

Yo no deseé esto[Moonsun]Where stories live. Discover now