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Capítulo 74

El balcón de la suite con vista al mar era muy espacioso. Había una silla colgante de color coral allí, y la instalación era muy resistente. A diferencia de la inestabilidad habitual de otras sillas colgantes, esta silla tenía forma rectangular, un poco como un columpio. También era muy amplio, y era muy espacioso para que dos personas se sentaran en él. Sobre el asiento había un cojín de silla preparado por el hotel. Cuando el trasero de Renzi se sentó sobre él, sintió que era suave como el algodón. Balanceándose junto con su peso, fue muy divertido.

Frente a él había un vasto mar azul oscuro. En una noche como esta, el mar debería estar oscuro y negro, pero debido a las luces brillantes, brillaba tenuemente, una vista que no se podía ver en el día.

Renzi inmediatamente voló al balcón cuando entró en la suite, sentado y balanceándose en la silla colgante. Sin embargo, también sabía que debía dejar un espacio junto a él para su amante. Gu Xiaoshan no vino de inmediato, parecía estar jugando con algo en la habitación. Renzi estaba un poco aburrido, y estaba a punto de preguntarle qué estaba pasando, solo para ver a Gu Xiaoshan acercando un cubo de hielo y colocándolo en la mesa redonda de ratán al lado de la silla. Renzi estiró el cuello hacia él. En el cubo había latas de cerveza, así que estaba bastante satisfecho. Después de todo, le gustaba beber.

Renzi tenía una mano en el borde del asiento y la otra en el brazo de Gu Xiaoshan. Sintió que ambos eran muy sólidos y firmes, dándole una gran sensación de seguridad. Gu Xiaoshan preguntó: "¿Dónde está tu teléfono?"

Renzi se tocó el bolsillo. "Oh cierto, ¿dónde está?"

"Siempre dejando tus cosas por todos lados. Lo dejaste en la recepción cuando nos registramos y te olvidaste de todo. Te lo recogí y ahora está sobre la mesa de la habitación. ¿Quieres que lo traiga aquí?

Renzi no era tan adicto a su teléfono. "Olvídalo, no te molestes caminando aquí y allá. Estamos aquí para ver los fuegos artificiales, ¿por qué nos importa el teléfono? No importa si lo dejamos ahí. Tampoco tengo muchas cosas que cuidar, a diferencia de ti.

"¿Por qué su última oración suena un poco como una queja?" Gu Xiaoshan se echó a reír.

"No quise decir eso de esa manera". Renzi hizo una pausa, "Pero como lo mencionaste, yo también hablo sobre eso. Cada vez que sales a comer y jugar conmigo, siempre estás mirando tu teléfono y respondiendo tus llamadas ".

Sin embargo, desde que era un niño, Renzi había comprendido cómo la gente estaba "ocupada con el trabajo". Ya estaba muy feliz de que Gu Xiaoshan estuviera dispuesto a pasar tiempo con él, comiendo con él, y realmente no le importaba que Gu Xiaoshan siempre se ocupara de sus asuntos laborales mientras estaba con él.

Sentado junto a Renzi, Gu Xiaoshan sacó su teléfono y lo tocó. "Mira, lo puse en modo silencioso".

Renzi nunca le pediría a su amante, que tenía todo tipo de demandas sobre su tiempo, que dejara todo y lo acompañara. Solo poner su teléfono en silencio ya era suficiente para hacerlo sonreír brillantemente.

Gu Xiaoshan cambió a su página de notificación y se lo mostró a Renzi. "Mira, no tuve ninguna llamada entrante hoy". Como si pidiera crédito, Gu Xiaoshan incluso actuó tímidamente. "Desvié deliberadamente todas las llamadas a Xu Yunyun. Ya he dicho que esta sería una cita romántica, no puedo dejar que mi trabajo destruya la atmósfera ".

Gu Xiaoshan había decidido darse un día libre para pasar tiempo con Renzi. Por supuesto, si realmente había un problema importante que tenía que ser manejado, Gu Xiaoshan no podía "sacrificar el país por una belleza", por lo que le pidió a Xu Yunyun que fuera su "estación de procesamiento". Solo debía ser contactado si había algo que debía resolverse de inmediato.