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Capítulo 75

Gu Xiaoshan cogió el teléfono de Renzi y lo desbloqueó suavemente. Ignoró los mensajes de Shu Jingyi, solo se acostó en la cama y envió un mensaje de seda a Yu Yuntao. "Pasar la noche afuera. Ayúdame a decírselo a mi padre.

La respuesta de Yu Yuntao llegó muy rápido. "Te he ayudado a decirle mucho antes".

"Seguro." Gu Xiaoshan respondió: "Gracias".

Otro mensaje vino de Yu Yuntao. "¿Es ese Gu Xiaoshan?"

Gu Xiaoshan sonrió, enviando una "Buenas noches" y colgando el teléfono. Yu Yuntao tampoco continuó enviando mensajes de texto. En realidad, incluso si lo hiciera, a Gu Xiaoshan tampoco le importaría. Colocó las rosas de Renzi en una botella de vidrio, pensando con pesar en cómo era probable que hubiera algunos tallos que se hubieran marchitado mañana, y muchos pétalos caerían. No podrían ser liofilizados.

A pesar del arrepentimiento, todavía sentía que la decisión de quedarse esta noche era correcta, y que no debería importarle demasiado las flores.

Su corazón que latía violentamente por Renzi se sentía bastante rígido ahora, y ahora estaba bastante tranquilo. Incluso tenía ganas de ir al balcón. Fumando un cigarrillo para saciar su ansia de nicotina, se sacudió la ropa cuando regresó. Renzi se despertó de repente y abrió los ojos. "¿Marido?"

Tampoco sabía por qué esta palabra salió de su boca.

Tanto él como Gu Xiaoshan quedaron atónitos.

Gu Xiaoshan fue el primero en reaccionar. Se sentó junto a la cama y besó la frente de Renzi. "¿Te desperte?"

¿Cómo podrían esos sonidos tan tranquilos despertar a Renzi? Resultó que Renzi tuvo un sueño, soñando que Gu Xiaoshan se había casado con él, e incluso le pidió que lo llamara esposo. mareado, había gritado este nombre vergonzoso. Renzi tosió un par de veces, como si estuviera un poco incómodo. "¿Fumabas?"

"Ah", por alguna razón, Gu Xiaoshan estaba un poco nervioso. "Mn."

Cuando recordó este incidente, se dio cuenta de que este era probablemente el momento en que estaba decidido a dejar de fumar.

La tos de Renzi en realidad no tenía nada que ver con el olor a cigarrillo en Gu Xiaoshan. Solo se había ahogado con su propia saliva.

Gu Xiaoshan lo abrazó, escuchando a Renzi respirar junto a él, y un anhelo brotó dentro de él. Sin embargo, Renzi todavía estaba atontado, y sus ojos parpadearon lentamente antes de quedarse dormido nuevamente. Gu Xiaoshan volvió a meter a Renzi en la cama antes de ducharse. Volviendo esta vez, fue muy cuidadoso, manteniendo sus pasos ligeros, y esta vez no despertó a su amante.

Renzi durmió hasta la tarde del día siguiente. Cuando se despertó, su cuerpo estaba dolorido, especialmente ese lugar inmencionable.

Detrás del divisor de madera azul hecho de pino de Nueva Zelanda estaba la voz indistinta de Gu Xiaoshan. Parecía que estaba tratando de responder su llamada de trabajo en voz baja. Renzi miró el reloj. Gu Xiaoshan no se ocupó de su trabajo ayer en todo el día, pero todavía tenía que lidiar con ellos hoy.

Renzi de repente recordó todo lo que pasó anoche. Primero se sintió avergonzado, pero después de eso, sintió que era bastante dulce. Tenía que admitir que el hermano Xiaoshan no le había mentido. Al principio dolió, pero más tarde se volvió cada vez más agradable. Tal intimidad era realmente algo hermoso, pero si sus nalgas no le dolían al día siguiente, sería aún mejor.

Renzi se levantó con cuidado. Como sus acciones fueron lentas y ligeras, junto con la suavidad de la cama, Gu Xiaoshan, que estaba ocupado con el trabajo, no se dio cuenta. Renzi echó un vistazo a su teléfono, y los mensajes de Shu Jingyi aún no habían sido leídos en su bandeja de entrada. Su estado de ánimo cayó, abriendo resignadamente los mensajes para leerlos. En realidad, no había nada urgente, solo Shu Jingyi seguía con lo que le sucedió a Tan Zhugui.