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Ya que el especial de padres fue muy bien recibido (tanto que el último abecedario quedó en flop, perdón Malleus, no soy yo) he aquí otra parte, con más situaciones, al rato les traigo a los sublideres su respectivo apartado de dilfs, muchas gracias por su atención, disfruten de su lectura.
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Riddle:
Literalmente él y su esposa llevaban riéndose 15 minutos de cómo su hija había rechazado que su abuela la cargará.
Al principio el pelirrojo no quería reírse, pero la cara de su madre y después la tierna mueca de su hija, pudieron más con él, peor aún, Grimm se estaba riendo con ellos, mientras su hija los veía con las cabezas sobre la mesa en la que se encontraba sentada.
— Ay, ay.... Me duele el estómago. — Logró decir Yui entre risas, después tomó a su hija y la devolvió a su sillita. — Cielo, estas rojo. — Riddle por fin se incorporó en la mesa, después le puso atención a lo que dijo su esposa.
— Es... Por la risa, ah... — A él también le dolía mucho el estómago. Tanto que sentía como se le iba la respiración en segundos. — Dai, eres... Muy valiente he inteligente. — Dijo mientras sobaba la mejilla de su hija.
— Amo a esta niña. — Complemento Grimm antes de volver a su lugar en la mesa. Yui se levantó para ir por los dulces de la hora del té. Riddle no tardó en seguirla, dejando a Grimm encargado de su pequeña rosa. — Fue increíble como le diste un manotazo para que te bajara, Dai-chan, la cara de la madre de Riddle no tenía comparación. — Grimm no sabía que era más ridículo, si la situación o que estaba hablando con una niña de 5 meses de edad. — Ah, no te metas las manos a la boca, Yui te traerá de comer pronto... — Y como si fuera magia, ambos volvieron a la mesa.
— ¿Qué tanto hablan ustedes dos? — Les interrumpió la madre de la niña mientras servía el té, su esposo comenzó a repartir los cubiertos para comer.
— Solo hablamos sobre cómo le dio un manotazo a la mamá de Riddle. — La cara de la pelirroja mayor volvió a la mente de los padres de Dai, y les fue no imposible volver a reírse, Riddle hasta escupió el té.
