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Sin contexto, detención.
Ft. Dorm Leaders + Yui-chan.
— ¡Ya le dije que él me amenazó primero! —Un Vil de brazos cruzados seguía alegando por su libertad mientras era literalmente arrojado hacia una habitación al azar, Crowley cerrando la puerta por detrás, dejó a él y a su "amigo" a su suerte en ese feo lugar. —Gran trabajo, Leona.. —Dijo un poco fastidiado, el león solo rodó los ojos y camino hasta el escritorio, perfecto para una pequeña siesta.
Ambos se quedaron en silencio, hasta que Crowley volvió a abrir la puerta con otras dos personas, a Vil se le salió una mirada de fastidio por todo el ruido que venía con ellos.
— ¡Él derrumbó mi poción! ¡Es su culpa! — Jamil bastante molesto, fue totalmente ignorado por Crowley, quien también le cerró la puerta en la cara, Azul acomodanse los lentes dio un suspiro de cansancio, su pequeña travesura había terminado en detención, yuju.
Los cuatro se miraron, con fastidio, ninguno quería estar ahí, pero bueno, sólo eran... Dos horas. Si, sólo eran dos horas de sufrimiento interno y sin contacto con el Internet, ¡Gracias, crowley por tanto!
— ¿¡Yo que hice!? ¡Él se atravesó! ¡Oiga, no me...! Ignore... —La puerta fue de nuevo abierta, aventando esta vez hacia el abismo a Idia y Malleus, quien el segundo estaba bastante tranquilo, mientras que el primero se negaba a pasar un rato con ellos... En persona. ¡En persona! ¡Eso era peor que hablar con ellos por la tableta! Cuando volteo y se dio cuenta de que todos estaban ahí, un chillido salió de sus adentros, cansandose de la situación sin siquiera vivirla.
Hubo un silencio de al menos diez minutos, estaban en distintos puntos del cuarto, el único que parecía disfrutar del silencio era Leona, quien desde el inicio, se había quedado dormido, Idia encontró un gis, comenzando a hacer cuentas de cuanto ya llevaba en esa prisión, Malleus se encontraba admirando el abismo, osea la nada, ya que no tenía algo para entretenerse, al igual que el resto de chicos, Vil de repente recordó cuán bonita es su varita, y se había puesto a contar cuantos cristales tenía esta dentro, mientras que para la cabeza de Jamil, la sustitución de su almohada, (osea el escritorio) ya le estaba pasando factura, pero se negaba a levantarse y ver lo que hacía Azul con esa libreta.
