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—... ¿Algún día podré volver a mi mundo? — Se preguntó a si misma, obviamente no esperaba respuesta alguna... Pero.
— ¿N-no te sientes feliz con nosotros? — Cuestionó Deuce, tratando de mantener su voz firme.
La chica parpadeó varias veces.
— ¡No es eso! De todos modos solo tenía un par de amigos en mi otro mundo, aún así... Extraño a mi madre— Reveló dejando sorprendidos a los dos chicos y gato.
Ace dejó reposar su mano en la cabellera ajena.
— Cualquiera en este lugar extraña a su familia, incluso si lo esconden... No sabemos cuánto tiempo estaremos juntos, Yuu. ¿No crees que deberíamos de disfrutarlo? — Dijo observando los ojos de la menor.
— Estoy agradecida de que estén conmigo en todo momento, gracias... — Ambos asintieron, luego el tema de la madre de la chica, no se volvió a mencionar.
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— Grimm.. ¿Estás despierto? — El gato se removía mientras hablaba dormido.
— ¡Dame ese pedazo de tarta!, ¿¡Eh!? ¡Yuu, no me regañes! Prometo no volver a hacerlo — La mencionada se extraño por esto... ¿Qué diablos estaba soñando el gato?
Suspiró, se levantó de la cama y salió de la habitación.
Pisando cuidadosamente, tratando de hacer el menor ruido posible.
Salió fuera de su dormitorio, sentándose en el pequeño escalón que daba hacía su puerta.
— Mmm... Extraño a mamá, no quiero ser egoísta con Ace-kun y Deuce-kun... Me es imposible olvidarme de todo— murmuró viendo como todo era consumido por oscuridad y más oscuridad.
Dejó caer las lágrimas que había retenido todo el día, no quería mostrarse débil ante el gato, o a cualquiera de los dos estudiantes de Heartslabyul.
— ¿Por qué estas llorando? — Le preguntó una nueva voz.
Eso asustó a la chica, volteó a ver hacía ambos lados, cuando se dio cuenta. Había alguien frente a ella.
— ¿Tsunotaro? — Dijo confundida, las lágrimas en sus ojos le impedían ver bien.
— Lo preguntaré de nuevo.. ¿Por qué estas llorando? — Interrogó mientras se agachaba a la altura de la más pequeña.
— N-no es nada... — Respondió limpiando rápidamente sus lágrimas.
El chico con cuernos suspiró.
— Tiene que haber un motivo, si tienes que desahogarte... Adelante, te escucharé — Declaró sentándose aún lado de la castaña.
Ahora la que suspiró fue ella.
— Extraño a mi madre... No quería decírselo a mis amigos, siento que estoy siendo egoísta.. Debería considerarme afortunada por el hecho de ser aceptada en una sociedad que se mueve por la magia... — Respondió observando hacía la nada.
Malleus se sorprendió, había dicho todo demasiado rápido.
— No soy muy bueno tratando con gente — Yuu lo volteó a ver — ¿Debería besarte o algo? — Agregó poniendo sus dedos en su mentón.
— ¿¡Eh!? ¿P-por qué? — Se preguntaba bastante nerviosa.
— Para ver si te sientes mejor, mira... Se que la extrañas, aun así... En algún momento la volverás a ver, piensa en ello. Y en cuanto a lo de tus amigos, solo diles como te sientes... Se puede ver fácilmente que ellos te adoran — Explicó, los ojos de Yuu brillaron inconscientemente.
— Deberías entrar, podrías pescar un resfriado — Dijo levantándose del sitio donde estaba sentado.
— O-oh sí, un momento.. ¡Tsunotaro! Creí que ya no volverías a venir por aquí... ¿Qué hacías.. — Cuando la chica se dio cuenta, las luciérnagas abundaban el lugar — Eso no es justo — Dijo haciendo un puchero.
Luego entró a la casa, analizando más a fondo las palabras de aquel chico.
Un estornudó abandono su boca.
— Ay no... Será mejor que vuelva a la cama...
Una vez dentro de la habitación, observo a su gato, aun dormido. Se recostó de nuevo, observando el techo.
— Yuu... Te quiero — Dijo dormido, Grimm.
La castaña se sorprendió por estas palabras.
— Yo también, Grimm— Respondió acercando al felino a ella.
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¡Regrese! Después de una aburrida semana de clases, dios que aburrida y pesada fue esta semana, creí que iba a morir...
Mañana actualizo Dulces sueños, lamentablemente no pude hacer nada por el cumpleaños de mi Riddle :'v
