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¿Tentación? La tentación para Yui era el dinero. Solo eso, aunque tal vez volver con su querido hermano también lo era, bueno, lo segundo era más como un lindo sueño que esperaba cumplir y a la vez no.
El dinero es poder, lo sabía, sonaría egoísta pero para ella, esa era su mayor tentación. Claro que... Ciertas cosas cosas cambiaron cuando comenzó a meterse con él, y no precisamente por qué él tuviera montañas y montañas de dinero.
Tal vez la tentación que tanto amaba se había convertido en algo más... Picante. Necesitabas mucho más que algo extraño para perturbarla, había estado cerca de la muerte seis veces, tenía un estómago y mente fuertes. O eso pensaba.
No era tan fuerte como pensaba. Y él lo sabía.
No era tan inteligente como pensaba. Y él lo sabía.
No era tan malvada como todos pensaban, por lo menos, no para él. Digamos que sólo era una niña jugando a ser ruda para no ser comida primero en este peligroso mundo. Una pequeña gatita que necesitaba ser protegida, pero su rol se basaba en proteger la sonrisa de los demás.
— Ah... — sentía como sus labios se contraian después de que el chico la había tomado desprevenida. Trataba de agarrarse de la chaqueta de su uniforme pero era demasiado duro... ¿Cómo podía aguantar eso todo el día?
