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- Grimm, ven aquí - el felino se acercó, la chica puso su mano frente a él.
El gato ladeo su cabeza hacia un lado, después posó su pequeña cabeza en el lugar que Yuu le había propuesto.
- Buen chico, si captaste lo que quería - Ahora se dedicaba a darle pequeños mimos, escuchando como su gato luchaba por oprimir los ronroneos.
- ¿A qué viene esto tan de repente, niñata? - Paró con lo que hacía.
- Solo quería probar tu ternura, ¡pasaste con diez!... Es turno de alguien mucho más grande - Al segundo de decir eso, soltó una pequeña risita. Observando a su siguiente víctima con cautela.
Ace Trappola.
- ¿Estás pensando en hacerle lo mismo a ese niño Tsundere? - La castaña no disimulo ni un poco su risa, ¿cómo Grimm conocía esa palabra?
- Yo se que es muy Tsundere, pero... No se pierde nada con intentar~- Se acercó hasta él, obviamente asustandole.
- ¿¡Qué rayos te pasa, maldi... Lo siento, pensé que eras Deuce - Ella asintió, después se puso enfrente de él.
Haciendo la misma acción que con su gato haca un rato.
- ¿Pasa Algo? - Yuu negó, sin quitar su mano.
El pelinaranjo se encontraba confundido, terminó por poner su mano con la de la chica. Entrelazando estás...
El sonrojo fue inevitable en la menor.
- Parece que el estafador resultó estafado... - Digo el minino desde el hombro de su dueña.
- ¿Estafado?
- Estaba comprobando que tan tierno podrías ser... D-diez de diez... - Al decir eso, quitó su mano. Dejando a un sonrojado chico.
- ¿¡Eh!? ¿D-diez de diez? ¡¿Que tonterías estas diciendo!? - Ahí estaba el Ace Tsundere que conocían - E-es obvio que tú eres más T-tierna....
- Dilo sin titubear - Reto el felino de orbes azules.
-.... - Que lindo... Perdió contra un gato que a duras penas podía ser alto.
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