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— Ma' dime que vamo' hacer, yo a ti te quiero comer~. — Yui estaba esperando a que Ace y Deuce bajaran de una pequeña subida, Grimm le quito uno de sus audífonos. — ¡Oye!
— Sabes que si descubren que nos salimos sin permiso, nos va ir muy mal... ¿Verdad? — El chico de cabello naranja se deslizó, quejándose por el polvo que levantó en el proceso, Yui ignoro todo lo que Grimm le había dicho.
— ¡Es aburrido quedarse todo el día en la escuela! — Fue su única respuesta, pues sabía que el monstruo tenía algo de razón. Esta vez el sonido que hizo Deuce al deslizarse fue mucho más agresivo. También se quejo por la tierra que levantó con sus zapatos.
— Ya, vamos... — Cosas a tomar en cuenta: Ninguno sabia a donde iban, no sabían cómo regresar y no sabían qué iban a hacer una vez que la noche los atrapara.
Habían estado esquivando ramas desde que decidieron entrar a un bosque los cuatro, querían ver si encontraban mínimo una casa en ruinas.
— Me parece poco justo que nosotros vayamos al frente. — Dijo Grimm luego se subió por completo al hombro de Yui, eso logró que ella se quejara abiertamente.
— Agradece que no vamos atrás, si aparece un monstruo primero se llevará a Deuce, y luego a Ace. — Habló la protagonista en modo de broma, Ace con una rama que tenía, le golpeó sus piernas.
— Si salen a buscarnos, decimos que todo fue culpa de Yui~— Trappola se rio de su propio comentario, Deuce le dio una patada a su mochila. Este obviamente se exaltó por el repentino movimiento. — ¡Muy callado no andabas! — Le reclamo volteando a verle de manera para nada amable.
Deuce solo se rio por eso.
— No deberías hablar demasiado~ el agua podría acabarse en cualquier momento. — Dijo el chico de pelo azulado, después ambos vieron como Grimm se estaba empinando el vaso con agua. — ¡Grimm, no!
— ¡Rata, esto también es para nosotros! — Ace al estar más cerca, trato de quitárselo, Yui sin mucho esfuerzo lo bajo de su hombro y volvió a poner el bote en su mochila.
— Que alborotadores son, había un conejito ahí y se fue por su ruidazo. — La chica señaló donde estaba el animal y como había dado vuelta, Grimm se colgó de su pierna, definitivamente no iba a caminar.
— Lo sentimos~— Recibió disculpas al unísono, Ichinen no muy convencida, suspiro. Luego salto a otra bajada más inclinada.
Eso sacó de quicio a sus compañeros, y gato que casi ve a Dios al no agarrarse bien.
— ¡Allá hay una casa, vamos a ver! — Cuando estaba abajo, rápidamente se fue corriendo.
— ¡Espera Yui, no vayas sola! — Grito Deuce mientras continuaban el peligroso recorrido.
— ¡Dios, se aprovecha de que no somos tan flexibles! — Se quejo esta vez Ace, en el proceso de bajada, su ramita se rompió, haciéndole deslizar más rápido. — Bueno, la rama si sirvió de algo...— No dijo nada más y también siguió el rastro de la chica.
