Capítulo 17

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Ciel

Bien, voy a darle un punto a Parker sobre el valioso manejo del tiempo.

Tolerar la impuntualidad nunca fue un verdadero problema, la mayoría de las veces, pero si se trata de esperar con alguien a quien aborrezco, prefiero irme al infierno de universidad pública que seguir esperando al tal "N.S" con la araña psicópata de lado.

- ¿Cómo terminaste en detención?

Odio cuando hace eso. Interrogarme.

- Deja de interesarte en mi vida, araña.

- Es una simple pregunta, abeja.

Es tan estúpido, "detención", casi me rio. Nunca voy a pisar detención, otra vez, no mientras tenga a quien culpar por mis líos... o me humille dando asesorías. Tengo suerte que ninguno de mis conocidos más importantes hubiera terminado tomando asesorías o hubiera bajado mi statu después de quedar en ridículo frente los demás.

- No termine en detención. Estoy esperando a alguien para hacer el maldito trabajo de maestra barata.

- Que linda manera para decir que te obligaron a ser tutora- Esbozo una amplia sonrisa irritable.

- Por favor, ya cállate.

- Claro que no.

Gire a verlo, con intenciones de pegarle un pedazo de cinta en la boca con el que estaba jugando... Café, el café miel de sus ojos lucia más claro con la luz entrando por la ventana y el dorado de su cabello alborotado te hacia olvidar la horrible chamarra café que traía puesta. Esta era nuestra primera conversación sin amenazas, miradas de odio o gritos, casi parece civilizada, agradable... ¡AGH!, ¡Parker!, ¡¿Dónde carajos esta cuando se le necesita?!

Voy a enloquecer con otra palabra saliendo de su boca, pero tampoco quiero tenerlo callado. Necesito terapia y que Poe se aleje, porque su colonia me empieza a dar nauseas.

Poe

...Ya cállate

El diccionario define la obsesión como aquella idea que nunca sale de tu cabeza y la domina hasta que pierdes por completo la razón. Yo la defino como una pequeña abeja de 1.52m, vestidos rosas, cabello café y su propia obsesión por el sonido de un piano viejo de biblioteca. Es tan curiosa, que verla juguetear con sus lentes de sol mientras tratar de esperar paciente me es increíblemente entretenido.

Quien diría que terminaría cayendo en los rumores de pasillo y cafeterías. El acosador, que dedica su tiempo libre a una obsesión insaciable por la abeja reina.

- ¿Me estas siguiendo?- ella aprieta los labios, como si el dirigirme la palabra fuera un mal impulso dictado por su cerebro.

Y por eso, es que entender sus variables cambios de humor se está convirtiendo en una obsesión nada sana.

- No sé de qué me hablas.

La indignación en sus ojos es una completa maravilla. ¿Cómo puede una persona tan adorable ser fría al mismo tiempo?

<<Provócala>>

- ¿Eso te molesta, abejita?

- Tu existencia es la que me molesta.

Ahí está, ese orgullo tan característico en ella, con el que cree puede someter todo el mundo a su voluntad. Y mi hermano dice que no hay nadie más egocéntrico y orgulloso que yo.

- Poe, muévete.

- Yo no soy el incómodo aquí, muévete tú.

- Araña psicópata- Susurro, blanqueando los ojos y acariciando sus cienes. Se ve tan adorable enojada.

Cuando vas a besarme...Where stories live. Discover now