Capítulo 39

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Ciel

Aquella luna era un riesgo, un terrible hechizo del que no tenía escapatoria...

...Tres horas antes

Alex me estaba esperando unas mesas adelante cuando vio que había dejado de seguirlo hace un par de minutos. Sabía lo que venía, el interrogatorio.

- Poe, Napoleón... es un tipo muy listo para ocultar su identidad, ¿no crees?

- No empieces.- dije divertida - Tus celos de hermano mayor no tienen sentido, Alex. Sabes que me gusta alguien más. Poe y yo solo somos amigos, ¿qué tiene de malo eso?

- Quizá, ¡el que esté loco!- él era el loco por combinar un muffin con yogurt de frutas.- Ciel, Napoleon Stiliski no es una buena influencia, ninguno de ellos lo es. La forma en que se miran es una razón por la que tengo que preocuparme.

- Preocuparte por quién de los dos se enterrara un cuchillo primero o ¿por qué?- tuve que darle mi plato para poder ir comiendo la rebanada de pay que recién había tomado.

- ¿En serio no te has dado cuenta?- dijo, aceptando el plato lleno de golosinas. Me miraba con preocupación y a estas alturas no sabía si eso era provocado por su sobreprotección o por que realmente pasaba algo malo.

Levante los hombros y moví la cabeza al mismo tiempo para darle a entender que no tenía idea de lo que estaba hablando.

Alex suspiro cansado- Tal vez tengas razón, belleza, puede que esté imaginando cosas.

- Si, así es y no lo entiendo, Alex, ¿por qué les molesta que Poe sea un Stilinski?- empezaba a sonar molesta, como si buscara defender a... no, solo estaba irritable.

- No me molesta quién es o lo que se dice de él, sino que no me dijeras que fue él quien te ayudó aquel día en la fiesta de Carly.

Antes de que pudiera contestar, el sonido de la campana que anunciaba la cena sonó y los meseros empezaron a salir por un par de compuertas que estaban al fondo del salón. El tiempo que había tenido para encontrarme con mi familia se me fue en discutir con mi hermano, ni siquiera pude saludar a mi mamá.

- Dudo que a Poe le moleste que cenes con nosotros, belleza. -prosiguió hablando cuando notó mi incomodidad.

- Tenemos un trato Alex, mientras esté en mis cinco sentidos estaré bien y de todas formas, estas a una llamada de distancia.- le guiñe el ojo, antes de tomar una de las galletas que guardaba el plato que sostenía.

A regañadientes, mi hermano aceptó y dejó que siguiera caminando hasta aquella mesa al fondo del salón, esa donde mi nombre estaba escrito en una hoja de papel con letras doradas y forma cursiva. Entrar a la boca del lobo era mucho más sencillo que escapar de ella y eso era algo que desconocía hasta ese momento.

Suspiro, dudosa de que el plan que tanto me había esmerado por perfeccionar empezará a ser algo más que una bella venganza y separación. Alex había dejado una duda constante ahora en mi cabeza.

¿Qué era aquello de lo que no me daba cuenta?

-♡-

Cuando tenía diez años y vi a Julia Roberts en Mujer Bonita, la escena de los cubiertos me parecía tan divertida...

Ahora, entendía lo que el personaje de Vivian sintió cuando vio que todo aquello que le habían enseñado se fue directo al caño. La única diferencia, era que yo no me sentía incómoda por no saber que cubierto usar, sino por estar rodeada de los hijos de grandes empresarios que en su mayoría ya usaban la palabra "economía" para casi toda su conversación.

Cuando vas a besarme...Where stories live. Discover now