Capítulo 22

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Capítulo 22

Poe

Notificaciones. Molestos sonidos que saturan tu bandeja de entrada con información inutil y rondan por todo el mundo.

La luz del semáforo está en rojo y el aire helado de fuera entrando por la ventanilla me da esa agridulce sensación de relajación. Tanto trabajo social va acabar conmigo antes que lleguen las solicitudes de la universidad.

<<Solo faltan cuatros meses, aguanta>>

Eso me gano por "acosar" a una persona. No fue mi culpa que Allison atravesara su molesta cabezota en todas las fotografías que tomé de los partidos de fútbol, la salida a New York y la desastrosa derrota de las porristas del semestre pasado, solo porque ella quería acostarse conmigo. De adivinar que rechazar la invitación a su habitación me iba a causar una demanda por "acosamiento", le hubiera dado la mejor noche de sexo en toda su misera adolescencia.

<<Pero ella no era la chica que tocaba el piano ¿verdad?>>

El semáforo cambió a verde, obligándome a avanzar a la siguiente cuadra. No se por que a la alcaldía le encanta coordinar mal a los estúpidos semáforos, otros cuatro altos de cinco minutos y entonces sí voy a tener que preocuparme por el tiempo.

If I told you that I loved you. Tell me, what would you say?... If I told you that I hated you. Would you go away?...

Cierro los ojos, golpeando mi cabeza contra el respaldo del asiento. Es un muy mal momento para que la radio ponga esa canción. The Beach, la patética canción que me tuvo obsesionado por meses.

Fue un domingo y según mis malos recuerdos, regresaba de alguna estúpida fiesta o de embriagarme en uno de los tantos bares de la ciudad. Más de cinco mil dólares en la cartera, amigos de mierda y una ex novia interesada, la mejor combinación para que el heredero de la mejor empresa de vinos en la ciudad cayera en los vicios, aun no puedo creer cómo es que caí tan bajo. Depresión, creo. La noche estaba helada y el escandaloso reloj de la biblioteca marcando medianoche, me hizo chocar contra una de las columnas que sujetaban la fachada de la biblioteca. En ese momento, no supe si había sido un golpe en la cabeza o algún auto iba pasando con el estereo a todo volumen.

Y si los ángeles bajan del cielo para enseñar el arte de la música, aquella noche, fui el único afortunado en escucharla tocar. Las luces del salón de música podían verse desde la entrada y sin pensarlo demasiado, camine como pude hasta el enorme ventanal que lo cubría todo. Era el ángel de la música más hermosa que había visto y tocaba el piano pegado junto al ventanal como toda una Betoven. No tuve que ver su rostro para adivinar que se trataba de una chica, que incluso con gafas y el gorro de su sudadera tapando la mitad de su rostro, parecía un ángel caído del cielo.

I'm sick and I'm tired too. I can admit, I am not fireproof. I feel it burning me. I feel it burning you...

Un demonio con cara de ángel.

- I hope I don't murder me. I hope I don't burden you. If I do, I do- el impulso me obligó a cantar y una sonrisa estúpida se me formo en los labios.

Vaya idiota que soy.

Una última notificación llega a mi celular y no tengo de otra más que abrirlo, para decir por milésima vez al resto de la banda que voy con buen tiem...

Ciel Allen ha subido una historia.

Y que bueno que no apague el teléfono en cuanto vi la notificación.

Ella estaba sonriendo a la cámara, abrazada con otra de nuestras compañeras de clase. Diciendo un par de palabras que apenas y podían escucharse con el alto sonido de la música. Cómo es que se ve tan bien con todo lo que usa.

Cuando vas a besarme...Where stories live. Discover now