Capítulo 33

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Ciel

-¡¿Qué hicieron qué?!- Tara casi dejó caer la enorme caja llena de cerveza al suelo de la impresión. Estoy casi segura que el grito que dio aún con el fuerte ruido de la música se pudo escuchar hasta las mesas del fondo.

Blanquee los ojos, ni que arruinar una relación fuera para tanto. Es un bien común.

- No pienso repetirlo otra vez...

- ¿Ciel Allen trabajando en equipo con un psicópata para conseguir al amor de su vida? Es el plan de conquista más enfermo que he escuchado- verla acomodar botella tras botella es bastante relajante y estresante a la vez, ¿cómo puede sujetar tres cervezas en una sola mano sin que ninguna se le caiga?

Agh, de saber que limpiar y servir tragos era caminar demasiado, mejor le hubiera contado todo a Tara por llamada en lugar de luchar contra los idiotas que me empujan mientras bailan o ir y venir de un almacén más grande que el armario de la entrada de mi casa.

- Le estoy haciendo un favor, porque cuando se de cuenta del pequeño monstruo que es Allison, Edward va a escapar de esa desastrosa relación en menos de un segundo a mis brazos.

- ¡¿Qué dijiste?! El ruido apenas me deja escuchar tus planes psicóticos.- soltó una risa.

- ¡Oye! Es un gran plan.

- Aja...- levanta una ceja y antes de que regrese a la barra una mueca se forma en sus rostro- Veamos si le dices eso a las brujas que vienen por ti. Corre Cenicienta.

Mire mi reloj, excelente, de nuevo había terminado perdiendo el control del tiempo, debí haber regresado con los tragos que supuestamente vine a recoger hace unos veinte minutos. Intenté volver a esconderme detrás de la barra, pero claro, mi paso de entrada a la zona de empleados había desaparecido entre tanta gente y mesas que limpiar.

Gran día para traer a mis supuestos amigos al club del hermano de Poe justo cuando tiene una presentación y no puede prestarme atención. Más le vale que su banda patética sea buena, suficiente tengo con lo que sucedió en la fiesta de Carly para cagar esta también.

- ¡Ciel!- hablando de Carly, se echó a correr a abrazarme, había bebido lo suficiente para que ese lado tierno que fingía no tener saliera inoportunamente- ¿En donde te habías metido?

- No me dejas respirar...- ya sé lo que siente mi hermano cuando lo abrazo.

- Creímos que te habías ido cuando los chicos llegaron, estábamos preocupadas.

No creyeron, me fui por eso. Ver a cierto jugador de fútbol era lo último que necesitaba, suficiente tuve con reprobar el examen de geografía y soportar dos horas a Alizée con el ensayo de teatro que llevaba memorizando con mi ayuda durante las últimas semanas en mi habitación.

¿Por qué no cancele la salida y me quedé a dormir?

Ah sí, porque Poe decidió que hoy sería un buen momento para iniciar con nuestro plan. Yo lo veo como puro marketing para su nefasta banda.

- No, solo me demore con los tragos... iré por ellos, de nuevo...

- ¡Por supuesto que no!- Allison me tomó de la mano, obligándome a regresar a la tormentosa mesa cerca del escenario custodiada por gorilas descerebrados y de poco corazón.- Le pediremos a un mesero que nos atienda, es más sencillo.

Si, sencillo. Sencillo era quedarme encerrada detrás de la barra escondida por Tara como en los últimos 20 minutos.

Quizá era mi imaginación, pero sentía como los anillos de Allison me perforaban la piel, como un ardor intenso del que necesitaba deshacerme antes de que empezara a perforar mi delicada piel. Todo daba vueltas y aún con ninguna gota de alcohol nublando mi cabeza, las horribles náuseas se hacían más fuertes con cada persona que me empujaba o intentaba esquivar. Era como estar en un videoclip de música alternativa, no, peor, como en una película de terror donde sabes que irás hacia el asesino y aún así no tienes opción para escapar.

Cuando vas a besarme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora