CAPÍTULO 4

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Eran más de las tres de la madrugada, así que era normal que la casa estuviera vacía. Mi hermano no trabajaba esa noche, pero mi padre sí, por lo que estaría en la tienda hasta las seis de la mañana. Después de salir corriendo, de seguro Michael había esperado un poco antes de ir a papá y decirle que había huido de casa como había comenzado a hacer de costumbre.

No era la primera vez que una de nuestras conversaciones acababa así, razón por la que no se alarmaría hasta que pasara por lo menos una hora. La cuestión es que desde la pelea hasta mi muerte no sabía exactamente cuánto había pasado, pero echando un vistazo a la casa y a la presencia de las zapatillas de Michael, él había salido de casa.

Era la única variable clara pues no escuchaba nada que me diera indicios a pensar que él se encontraba en las inmediaciones. El sótano permanecía cerrado con llave y la misma se encontraba colgada en un gancho cercano a la pared. Cuando alguien bajaba, la llave se encontraba en la cerradura, por tanto, él tampoco se encontraba allí.

Viajé con rapidez a las habitaciones del piso de arriba, indicándome que la cama de mi padre se encontraba hecha al igual que la de mi hermano. Eso fue algo que me llamó poderosamente la atención, pues él no era precisamente el colmo de un ser ordenado. Quizás la marcha de mamá le hizo recapacitar y cambiar ciertos aspectos de su vida así que no le di mayor importancia.

Me sentía terriblemente culpable al pensar en lo que sus vidas cambiarían en cuanto supieran lo que realmente me había pasado, ¿Y mamá? ¿Qué pensaría ella cuando volviera de su año sabático? ¿Culparía a alguien o movería cielo y tierra para saber quién me había cortado las alas?

—Espero que se encargue otro de mi caso. No quiero que ella tenga que pasar el trago de tener que sufrir el descubrir mi cadáver e investigarlo—dije en voz alta, pero bien conocía a mi madre y de lo que era capaz cuando se lo proponía. No podía culparla pues probablemente yo haría lo mismo.

Cuando quise tocar el marco de fotos que descansaba en la mesilla, mi mano atravesó por completo la madera como si de mantequilla derretida se tratase. Aquel efecto me entristecía y asombraba a la vez. Era útil por supuesto, pero era un poder que valía demasiado caro tener.

No podía tocar ni mover ningún objeto, por lo que me limitaba a atravesar paredes y puertas. La casa parecía haberse detenido en el tiempo, quedando tal y como la dejé la mañana que me fui al instituto por última vez. Los recuerdos, en su mayoría, se entremezclaban y escondían, por lo que mucho de lo que sabía de mí podía ser falso o estar adulterado. Dependía de seres que nunca creí que existieran para que me ayudasen en la búsqueda de quien fui y lo que fue de mí.

¿Era incapaz de matar a alguien o simplemente era una chica que con una chispa que se prendiera en su interior, sería peligrosa y mortífera? A veces tenía mis dudas, pero no quería darle el gusto a Pain acerca de sus palabras que desestabilizaban mis pensamientos.

Una vez en el exterior, la niebla me dio la bienvenida, aunque era mucho menos densa que antes. Se vislumbraba las carreteras y las calzadas con dificultad, pero las señales eran visibles si te acercabas lo suficiente. Las siluetas de los edificios también podían adivinarse, no como cuando salí de casa. El camino no era muy largo, aunque en mi estado a mí me lo parecía. El no poder volver a comer nada que me gustara, no tocar a mi familia; incluso yo que no era de dar o gustar recibir abrazos, daba en ese momento todas mis pertenencias materiales con tal de sentir uno.

Seguí caminando si prestar atención a los coches que me atravesaban una y otra vez hasta llegar a la tienda en la que mi padre se suponía estaba trabajando. A pocos metros de la entrada, unas luces conocidas hicieron que cerrase levemente los ojos: la policía se había apersonado allí y mi padre hablaba con un nudo en la garganta acerca de mi desaparición. Me acerqué un poco más para así averiguar si ellos sabían algo de mí.

¿Qué hice yo para merecer este infernum?#LIBRO 1Where stories live. Discover now