CAPÍTULO 34

6 1 0
                                    


Por mucho que lo intentase, di vueltas a la cama sin poder pegar un solo ojo. La advertencia y consejos de Masaru me hicieron avergonzar pensando en lo mucho que podría haber fastidiado a Pain, cosa que a veces estaba bien pero siempre dentro del contexto de una broma.

Quería aprender más acerca del Inframundo, sus normas, reglas o leyes, pero parecía que deseaban ocultarme todo ese tipo de cosas. Pensé en hacerle una visita a Destina en un momento en el que ella se encontrase sola para así también saber cómo se encontraba. Sonreí pensando en que quizás lo mejor era escribir las preguntas que deseaba hacerle para evitar que algo se me olvidara.

Estaba segura que Pain guardaba algún bloc y bolígrafos para poder usar, así que abrí uno de los cajones de la mesita de noche para dar con lo que justo necesitaba. El cuaderno estaba desgastado y tenía atado un bolígrafo que quizás fue adquirido al mismo tiempo. Nada más abrirlo, supe que sería incapaz de utilizarlo porque se trataba de un diario.

―No fastidies―dije sin poder creerlo. Si algo me había mostrado el señor del Infernum, es que él pertenecía al fabuloso y selecto grupo de seres que no creen en la necesidad de abogar por los sentimientos propios. Pero nada mas leer las primeras frases, confirmé definitivamente que todo era fachada.

Tapándome totalmente y usando la claridad que llegaba al interior de mi refugio improvisado, quedé absorbida por la lectura.

"Estoy harto de ser un chico de dieciséis años de forma eterna, merezco vivir como cualquier ser humano y tener las mismas oportunidades. También quiero alejarme de este mundo para que Destina deje de sentir miedo por cualquier pensamiento o cosa que haga; es completamente injusto".

"Hoy mi hermana ha hecho algo imperdonable y ha sido severamente castigada. Estaba de acuerdo con ella y, con total sinceridad, yo habría hecho lo mismo. Pero desgraciadamente, he renunciado a hacer lo que creo correcto y sigo las órdenes sin pensar en nada más. No quiero sentir daño como lo siente mi hermana. Tengo que idear un plan".

"Me he buscado la forma de crear un plano entre en Infernum y el Confractus, el cual está comunicado por un pasadizo mágico que comunica con mi casa. Es como haber construido un módulo pegado a mi residencia y es perfecto porque entonces podré cuidar de ella sin sentir que se encuentra en peligro o en un lugar terrible para un ser puro como ella".

"La vida es monótona, siempre es igual y la noción del tiempo es inexistente para mí. Siento que ya no puedo sentir aprecio o cariño por nadie a excepción de Destina,¿Y para qué permitirme sentimientos inservibles? Tan sólo debo de permanecer desapercibido para que mi hermana cumpla su condena y vuelva al Confractus que es dónde ella debería estar. Aunque eso signifique verla muy poco".

"Hoy es un día extraño, podía considerarlo como algo ordinario, pero algo ha ocurrido. He encontrado el ser más irritante, exasperante y que más tengo ganas de perder de vista. Deseo que todo se esclarezca para que las aguas vuelvan a su cauce y no tenga que verle más su maldita cara".

Me quedé sorprendida pensando de quien podría tratarse, ¿Se habría topado con alguien como yo que no le soportaba? Sonreí pensando en ello, continuando con mi lectura sin dejar de mirar fuera por si acaso alguien me pillaba con las manos en la masa.

"¿De verdad tengo que pasar tres meses aguantando la estupidez de esa cría? ¿Cómo es posible que tengamos la misma edad en apariencia si soy millones de veces más inteligente que ella? Esperemos que el caso se solucione pronto y que pueda largarse lejos de mí".

"Me ha llamado cretino, ¿Os lo podéis creer? ¿Yo? ¿El ser más interesante, educado y elegante de todo el Infernum?¡Está claro que esa simple humana no sabe con quién se está metiendo! Si la sentencia se hubiera dictado, ahora mismo estaría recibiendo mi castigo y yo sonreiría como un niño en una tienda de dulces".

"Hoy ha descubierto algo personal de mí sin apenas conocerme, demonios, ¿Estaba comenzando a ser visible para el resto de los demás? El terror que sentía por Syra se remonta a demasiado tiempo atrás, cuando era sólo un crío y mi madre necesitaba ponerme una niñera para ocuparse de ciertos asuntos en el Inframundo. Mi teoría es que tomó a una Banshee por su aspecto, para acostumbrarme a los horrores que podía toparme durante toda mi existencia en el lugar que gobierno. Aunque mi fortaleza es enorme, sigo sintiendo una gran aprensión cuando esa mujer llega a mi casa y no es mejor desde que coquetea conmigo".

"Quizás me había precipitado y no es tan mala. Esa chica tiene una madurez sorprendente y ha aceptado su muerte como algo que debía pasar y punto. Conforme más la conozco, más admito que mi irritación disminuye y me está permitiendo centrarme al 100% en su caso. Debo hacer lo posible por borrar esas acusaciones y que ascienda al Confractus para lograr su reencarnación. Haré todo lo que esté en mi mano por que ocurra lo más pronto posible".

Y cerré el cuaderno con una mueca extraña en mi rostro, ¿Le caía bien a Pain? Al menos parecía creerme y no pensaba que era una asesina. Con esa revelación, mi energía y determinación se pusieron por las nubes: era hora de continuar con mi lucha y no iba a desistir. Mañana hablaría con Destina e intentaría convencerles de volver a la Tierra para continuar con mis investigaciones. Sabiendo las normas del Inframundo, podría conocer mis limitaciones, lo que podía hacer o no, por lo que era indispensable.

Guardé el diario con su bolígrafo en la misma posición en la que estaba. Por lo que sabía, era el antiguo dormitorio de Pain, así que no era extraño que hubiera efectos personales por el lugar. Me puse en pie y caminé al baño, quedándome mirando el lujo desmedido que iba desde el mármol de color negro a un lavabo que podía ser una concha gigante milenaria que El Cretino habría adquirido en la Tierra en algún lugar de antigüedades. Y no digamos de la bañera; completamente oscura, con bordes de color blanco y un asiento tan enorme que podrían caber tres personas. Sonreí con tristeza, puesto que no necesitaba adquirir ningún baño al estar muerta.

Pero no pude evitar mirar esa superficie brillante, esperando a ser llenada con agua para sumergirme y deleitarme con el agua caliente. Sabía que era una completa estupidez, que seguramente no sentiría el agua, pero abrí el grifo sorprendiéndome del aspecto que tenía: era semejante al líquido primordial que bebía de vez en cuando, el que me dijo Pain que era necesario para todos los que formábamos parte del Inframundo. Nada más poner una mano bajo el chorro, sentí de nuevo las sensaciones que creía no volver a percibir. Casi emito un grito de alegría cuando el agua podía regularla a la temperatura que quisiera sin dejar las sensaciones que me provocaban cuando estaba viva.

No lo pensé dos veces y me sumergí en esa enorme bañera, sintiéndome más humana desde que había dejado el plano terrestre. Quizás nada en la vida y la muerte podría compararse con este momento que creía perdido para siempre, tan sencillo como idílico y necesario. Cuando tomé agua para llevarla al rostro, un escalofrío extraño me recorrió la espalda, ¿Mis manos acaso se veían más sólidas? ¿Era fruto de mi imaginación ahora que estaba emocionada por redescubrir los beneficios del agua caliente?

No lo sabía, pero quizás mi espíritu estaba acostumbrándose a lo que era mi nueva casa, mi nueva existencia. Y aunque deseaba volver a la Tierra, admitía que cada vez más, el inframundo me parecía más interesante.

¿Qué hice yo para merecer este infernum?#LIBRO 1Where stories live. Discover now