¡Ay Daniela! ¿Qué me estás haciendo?...

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1 mes después…

Pov Poche

¡Al fin!, Estoy muy feliz porque después de un mes Paula regresa de su luna de miel, las chicas y yo ya tenemos todo listo  para recibirla, el lugar en donde le daremos la bienvenida será en la casa de Calle, ella nos ofreció su casa porque dijo que Paula se quedará dos semanas ahí junto con Julián en lo que terminan de hacer los arreglos pendientes a la nueva casa de Pau y Julián. No puedo dejar de sonreír, ustedes deben de saber ese sentimiento de volver a ver a tu mejor amiga después de un largo tiempo, tener esas inmensas ganas de abrazarla y contarle todo lo que te ha pasado durante el  tiempo que no se vieron, además se que ella también tiene muchas cosas por contarme. Por otro lado…la amistad entre Calle y yo se ha vuelto más fuerte, ella siempre me viene a visitar a mi departamento, algunas veces me va a traer al trabajo y pasamos a cenar algún restaurante o simplemente yo le cocino algo, debo admitir que durante este tiempo me he encariñado mucho con ella, me estoy acostumbrando a su presencia en mi vida y no sé si eso sea bueno. Calle se lleva muy bien con las chicas. Juana y Laura la molestan demasiado pero Calle ya se acostumbro a ellas, y Misifus…bueno, Misifus aún sigue con su mal genio con Calle, pero espero que se le logré pasar, en fin…este es el resumen de lo que pasó durante este mes.

—Poche, ¿Tú crees que habrá problema si llevo unas cervezas?—Juana me preguntó y yo negué rápidamente.

—Juana, no es una fiesta como tal, solo será la bienvenida para Pau y además ahí está la mamá de Calle, no es conveniente beber alcohol—Le expliqué colocando mi mano en su hombro y ella asintió triste.

—¿Pero si habrá comida?—Ella me preguntó y no pude evitar reír.

—¡Pues claro, boba!, Comida sí, pero alcohol no—Le dije y ella asintió, se alejó de mi y cargo a Misifus quien empezó a ronronear.

Escuché el timbre de la puerta, deje de lado  la caja que estaba cargando, la caja contenía algunos adornos para la bienvenida de Pau, la dejé en el sofá y fui abrir rápidamente.

—¡Hola!, Vine ayudar—Ella me dijo con su perfecta y característica sonrisa.

—Llegas a tiempo—Sonreí ampliamente.

Ella se acercó a mí, colocó su mano en mi cintura, ese toqué que empezaba a encantarme, sentir su agarre sobre mi cintura hacía que mi corazón empezará a perder el control, ella beso mi mejilla como saludo y cerré mis ojos al sentir su tan delicioso aroma.

—¡Te ves genial!—Ella me dijo haciendo que me sintiera feliz, es raro que escuché que alguien me hace un cumplido.

—Gracias—Coloqué un mechón detrás de mi oreja y le sonreí.

—¡Calle!—Juana se colgó de Calle como un mono, Juana le había tomado mucho cariño a Calle durante este tiempo.

—¡Juanix!—Calle le correspondió el abrazo.

Calle nos ayudó a guardar unas cosas en las demás cajas, habíamos  estado haciendo trenzas de papel crepé y además unas letras que completaban la palabra de ”Bienvenidos”

—¿Falta algo?—Calle me preguntó y yo negué, abrí mis ojos cuando escuché mi estómago rugir, aún no habíamos almorzado con Juana.

Calle abrió sus ojos como platos y sonrió.

—Alguien tiene hambre—Ella me dijo aún sonriendo.

—Lo que pasa es que no hemos almorzado con Juana por estar haciendo los adornos, pero no te preocupes, tomaré una manzana del refrigerador y me la comeré—Le dije y ella frunció el ceño molesta.

La Eterna SolteronaWhere stories live. Discover now