Llegó la bruja.

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Pov Calle

La veía a través del espejo mientras se maquillaba, no podía evitar sonreír al ver los gestos que hacía en el espejo al momento de aplicarse la máscara de pestañas. ¿Quien lo diría?, Jamás creí que ella tuviera tanto talento para maquillarse, aunque sé que no lo necesita, ella se ve muy hermosa con el.

—¿Qué tanto me ves?—Ella me preguntó con una sonrisa nerviosa y abriendo el lápiz labial.

—No sé…simplemente te veo y me preguntó si no estás cansada—Le dije levantadome de la cama y colocándome de cuclillas detrás de ella, mientras veía también su reflejo en el espejo.

—¿Cansada, de qué?—Ella me preguntó confundida.

—Pues de andar cargando toda esa belleza que traes encima—Le guiñé un ojo y su color automáticamente paso a un tono rojizo.

Poche, sonrió nerviosa y negó varias veces con la cabeza.

—¿Acaso tratas de seducirme?—Ella me dijo antes de colocarse el brillo labial en sus delicados y carnosos labios.

—Quizá…—miré sus labios y sentí el impulso de besarla, pero me detuve—ese labial te queda divino…¿Lo puedo probar?, Es que me encanta el color—Le dije relamiendo mis labios.

—¡Claro!

Ella inocentemente extendió el labial para que lo tomara, sonreí y baje su mano que sostenía el labial, miré sus labios y luego sus verdosos ojos.

—Lo quiero probar de una manera distinta—Le dije sentándome a horcajadas sobre sus piernas, tomando su nuca  y atrayendola hacía a mí para besarla a mi gusto y antojo. Un cosquilleo se hizo presente en mi vientre, ella sujeto mis caderas con fuerza y me pegó a su cuerpo, haciéndome jadear en sus labios al sentir sus manos recorrer mi trasero y apretarlo.

Nos separamos lentamente por falta de aire y ambas sonreímos.

—¡Me encanta, ese labial!—Le dije de forma coqueta.

—A mi me encantas tú—Ella me dijo acariciando mi rostro de una manera muy dulce.

Le di un corto beso en sus labios y luego me levanté de sus piernas para dejarla continuar con su arreglo.

Me fui a la cocina, tomé una manzana y luego cargue a Misifus, el automáticamente empezó a ronronear cuando se dio cuenta que estaba en mis brazos, es increíble cómo del odio al amor solamente hay un paso.



Después de un rato ambas salimos de su departamento, no podía dejar de ver lo bien que lucía con esos jeans ajustados y esa blusa crop top que dejaba a la vista su hermoso abdomen. Yo en cambio tenía una blusa manga larga de crop top, color blanco, acompañada con una gorra de color beige y unos jeans negros rasgados que también me quedaban flojos de la cadera.

Nos subimos a mi auto, ella colocó un poco de música y ambas íbamos cantando cada canción que pasaban por la radio.

Dímelo Repítelo, mami—ella me dijo mientras me señalaba.

—Que a veces no te cambian por algo mejor…Y ni siquiera por algo más rico—completé la última frase de la canción y ambas empezamos a reír.

Es increíble poder coincidir con una persona con la que puedas divertirte, ser tierna, ser amorosa y pervertida a la vez. Coincidir en todos los ámbitos, la amo y la amo tanto que ni siquiera ella se lo puede imaginar y sin duda alguna hoy será un gran día, porque después de todo podré darle la cara a Juan Carlos y después de que ella le confiese su gusto por las mujeres, decirle que yo soy la mujer que está dispuesta amar a Poche y cuidar de ella y de su corazón. Solo espero que el papá de Poche se pueda tomar las cosas para bien y que nada cambie entre él y Poche.

La Eterna SolteronaWhere stories live. Discover now